El Peugeot Rifter sustituye a las versiones de pasajeros del modelo Partner desde que fuera lanzada la tercera generación del modelo. Se presentó en el Salón de Ginebra de 2018 y está disponible con dos carrocerías: una corta de 4,40 m de longitud y una larga de 4,75 m de largo. El Rifter supone un importante salto adelante respecto a su predecesor, no sólo por diseño o ergonomía, sino también por calidad interior, refinamiento y tecnología. Un refinamiento que se deja notar también en marcha, ya que utiliza la misma plataforma que dos de sus SUV más relevantes, el Peugeot 3008 y el Peugeot 5008, aunque con modificaciones. La calidad también se percibe en un interior que recuerda mucho al del Peugeot 308.
Hasta 2022 se comercializaba con motorizaciones gasolina, diésel, y una eléctrica. Sin embargo, la estrategia de la firma francesa ha pasado por eliminar los motores de combustión, de manera que actualmente tan sólo se ofrece con un propulsor eléctrico. Se trata de una unidad de 136 CV asociada a una batería de 50 kWh que proporciona al e-Rifter una autonomía de hasta 280 km, mientras que le permite alcanzar 130 km/h.
