Porsche está de enhorabuena. Esta misma semana, la fábrica de la marca alemana situada en la localidad de Zuffenhausen (Stuttgart) ha logrado un hecho histórico, acabando la producción de la unidad número un millón del Porsche 911. Se trata de un modelo 911 Carrera S con el color especial ‘Irish Green’, que lleva numerosos elementos exclusivos siguiendo el patrón original del 911 de 1963.
El Porsche 911 es uno de los deportivos más míticos de la historia del automóvil y continúa siendo el modelo más importante de la marca desde el punto de vista estratégico, ya que tiene una enorme contribución a la hora de mantener a Porsche como uno de los fabricantes de automóviles más rentables del mundo. El Porsche 911 estableció una nueva categoría y permanece en lo más alto del segmento de vehículos deportivos premium.
Sólo en 2016 se entregaron 32.365 unidades de este modelo, que ha mantenido su exclusividad durante décadas y actualmente es un codiciado objeto de colección, ya que más del 70% de todos los 911 construidos desde sus inicios siguen todavía hoy en funcionamiento. Además, su éxito también se ha visto reflejado en los circuitos con más de 15.000 victorias en competición.
Actualmente, todos los deportivos de Porsche de dos puertas, es decir, los 911, 718 Boxster y 718 Cayman, más sus variantes, se hacen en una sola línea de ensamblaje gracias a un sofisticado sistema de producción. Los trabajadores son expertos hasta en 200 tareas diferentes y, con su pasión y conocimientos, aseguran que cada Porsche se entregue con la calidad típica de la marca. «No me puedo imaginar la historia de éxito del 911 sin estos empleados únicos», explica Uwe Hück, Presidente del Comité de Empresa de Porsche.
La unidad un millón del Porsche 911 se quedará en la sede de la marca en Alemania, pero antes de pasar a enriquecer la colección del Museo Porsche, realizará una gira mundial y tomará parte en caravanas por carreteras de las Tierras Altas de Escocia y por los alrededores de Nürburgring, así como por Estados Unidos, China y otros lugares.
«Hace 54 años tuve la oportunidad de realizar mis primeros viajes por la carretera alpina de Grossglockner con mi padre. El sentimiento de ir en un 911 es ahora igual de placentero que entonces. La razón es que el 911 ha garantizado que los valores esenciales de nuestra marca sean hoy tan visionarios como lo fueron con el primer Porsche 356/1 de 1948», afirma Wolfgang Porsche, Presidente del Consejo de Supervisión de Porsche AG.
