Ken Block prueba su Ford Fiesta ST RX43

Puede que el nombre de este coche no te sea familiar pero, seguramente, alguna vez lo habrás visto en Internet, pilotado por Ken Block, derrapando 'a lo bestia' y dejando tras de sí una espesa nube de humo blanco. Hoy va a ser diferente, porque esta vez lo vamos a vivir desde dentro...


¿QUIÉN ES KEN BLOCK?

Ken Block nació, en Long Beach -California, EE.UU.-, hace 47 años. Es uno de los cofundadores de la compañía de calzado DC Shoes y, a lo largo de su vida, ha competido en diversos deportes, como el snowboard, skateboard y motocross.

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En 2005, Block se pasó a los rallyes. Desde entonces, compite en el Rally América y, desde 2007, participa en algunas pruebas puntuales del WRC -en 2014, ha corrido el Rally de España, en el que finalizó en 12ª posición con un Ford Fiesta RS WRC-. En 2014, debutó en el campeonato mundial de Rally Cross con este Fiesta ST RX43.

En 2007, se ‘inventó’ las Gymkhanas: en ellas Block recorre, en circuito cerrado, un trazado a toda velocidad realizando todo tipo de derrapes y acrobacias; los vídeos están en YouTube. Comenzó utilizando un Subaru Impreza WRX STI y, en la actualidad, los graba con este Fiesta RX43.

Suena el teléfono a primera hora de la mañana. Me llaman de Autofácil para comunicarme que he sido el ganador del concurso en el que participé unos días antes… ‘Mi premio’ consiste en convertirme en el copiloto de Ken Block y su estrambótico Ford Fiesta durante unos minutos… ¡Genial!

Me citan en la Ciudad del Rock de Madrid; y mi entusiasmo y nerviosiosmo me llevan a presentarme media hora antes de lo indicado. Dentro del recinto hay muchos coches preparados para la práctica del drifting; esa modalidad deportiva que consiste en avanzar ‘de costado’ haciendo derrapar las ruedas traseras.

Al final del todo, en una carpa de la bebida energética Monster, se encuentra el Ford Fiesta ST de Ken Block. Bueno, digo ‘Ford Fiesta’ para entendernos, porque lo único que este vehículo conserva de un Fiesta de calle… son los faros delanteros y los pilotos traseros. Mientras ‘lo acribillo’ a fotografías con mi teléfono móvil, aprecio la inmensidad de su carrocería, en la que lo más destacable son sus casi 2 metros de anchura. Está fabricada en materiales ligeros como el kévlar y la fibra de carbono y, entre su llamativa decoración, me llama la atención una pegatina que hay en el paragolpes trasero: reza ‘Kill all tyres’, es decir, ‘Mata todas las gomas’… Una declaración de intenciones que adelanta para qué estamos aquí.

Esto no es un coche de rallyes, sino de gymkhanas. ¿Y qué es eso de las gymkhanas? Pues se trata de recorrer un trazado predefinido, donde lo importante no es sólo la velocidad, sino también la espectacularidad de las acrobacias y derrapes. Estéticamente, este Fiesta se parece mucho a un coche de rallyes, pero bajo su capó hay un motor 2.0 turbo de nada menos que 650 CV, es decir, el doble de potencia que un WRC. «Y, en realidad, sería capaz de rendir hasta 850 CV con un par de retoques», me confiesa uno de los mecánicos del equipo.

Para acceder al habitáculo, sorteo la jaula antivuelco y me acomodo sobre el baquet. Voy sentado muy atrás y muy abajo para favorecer el reparto de pesos del vehículo, por lo que mi visibilidad está un poco limitada. El interior está completamente al desnudo y se ven muchas centralitas y cables a mi alrededor, aunque lo que más llama la atención es la enorme palanca del freno de mano, situada junto a la del cambio de marchas. Le señalo a Ken Block la consola central del salpicadero y se ríe: tiene colocada la misma botonera que el Fiesta de calle, con un botón para la radio, otro para el reproductor de CD… Evidentemente, lo han puesto a modo decorativo y no está conectada a ningún dispositivo. Una vez me abrocho los arneses, Ken aprieta el botón de arranque y el propulsor cobra vida. Al ralentí no suena demasiado, pero en cuanto Ken se insinúa sobre el acelerador, el tubo de escape comienza a emitir unos sugerentes y ensordecedores petardeos. Nos colocamos en la línea de salida del improvisado circuito, Ken pisa el embrague, engrana la primera marcha, tira del freno de mano para que el coche no se mueva y, en cuanto nos autorizan la entrada a pista, lo suelta mientras acelera a fondo. El coche sale literalmente catapultado gracias al agarre que proporciona su tracción total. La aceleración es tan brutal que mis vértebras se incrustan en el acolchado del baquet, y en menos de 2 segundos ya nos encontramos la primera curva a derechas. Ken vuelve a tirar del freno de mano, coloca el coche de costado y mantiene una larga derrapada mientras dosifica la potencia con el acelerador.

Ken Block prueba su Ford Fiesta ST RX43

Entre el sonido del motor cortando inyección, las detonaciones del escape, el soplido del turbo y el chirrido de las ruedas, el ruido que se genera impide cualquier tipo de conversación entre Ken y yo. De repente, en el siguiente tramo del circuito, nos topamos con un enorme neumático de tractor en el suelo… y Ken comienza a rodearlo una y otra vez practicando un drifting de lo más sutil, como si no le costara ningún esfuerzo realizar tal acrobacia. Ahora, además de un enorme ruido, una espesa nube de humo negro y blanco prácticamente no me deja ni ver hacia dónde vamos. Además, el olor a goma quemada es tan tóxico que hasta resulta incómodo respirar, pero no me importa porque estoy viviendo un momento increíble. Noto presión en el pecho, mucho ruido, mucho humo, un olor fuerte. ¡Me encanta!

Ken Block prueba su Ford Fiesta ST RX43

Llegamos a la única recta del circuito, que apenas mide unos 250 metros de largo. Ken acelera a fondo mientras yo le grito «push Ken, push!» -«¡dale Ken, dale!»- y él inserta marchas a toda velocidad tirando de la palanca sin pisar el embrague -no es necesario hacerlo-. Llegamos a otra curva, esta vez a izquierdas, Ken reduce tres marchas empujando la palanca hacia adelante, vuelve a bloquear las ruedas traseras con el freno de mano y dibuja otra impecable derrapada al mismo tiempo que yo observo, por mi ventanilla, cómo nos acercamos con peligro hacia el muro de hormigón que delimita la pista.

Ken Block prueba su Ford Fiesta ST RX43A continuación se avecina un pequeño tramo de curvas enlazadas que recorremos completamente de costado e, incluso, en la última de ellas colgado de un poste hay un pequeño mono de peluche que Ken toca con el morro del Fiesta mientras driftea. Tras llegar a este punto, la vuelta está cerca de terminar, aunque aún hay tiempo para que Ken haga un par de ‘donuts’ más rodeando a toda velocidad, y de costado, unos bidones que hay puestos en medio de la pista.

Cuando se detiene el coche y se despeja un poco la nube de humo, agradezco a Ken que me haya brindado la oportunidad de conocer cómo se vive una Gymkhana desde dentro. Un miembro del equipo abre la puerta de mi lado y me desabrocha los arneses, mientras yo todavía no me creo lo que me acaba de suceder. Me ayudan a bajar del Fiesta porque mis piernas aún están temblando y las personas allí presentes me miran como pensando ‘¡ha sobrevivido!’. Mi grado de excitación es tan grande que apenas puedo responder con monosílabos cuando me preguntan qué tal ha ido la experiencia. Ahora puedo decir que fue alucinante, simplemente brutal…

CUÁNTO CORRE
Velocidad máxima210 km/h aprox.
Acel. 0 a 100 km/h2,0 segundos aprox.
CUÁNTO MIDE
Largo/ancho/alto400 x 195 x 140 cm
Vía delantera/trasera172/170 cm aprox.
Distancia entre ejes249 cm
Peso1.100 kg aprox.
Reparto de peso del./tras.50/50%
CÓMO ES SU MOTOR
CilindradaGasolina, 2.000 cc
SituaciónDelantero transversal
ArquitecturaCuatro cilindros en línea
CulataCuatro válvulas por cilindro
AdmisiónTurbo
EscapeUna única salida posterior
Potencia650 CV
Par720 Nm aprox.
Relación peso/potencia1,69 kg/CV aprox.
Potencia específica325 CV/litro
ConsumoAproximadamente 45 l/100 km
TRANSMISIÓN
Caja de cambio manual secuencial Sadev de seis velocidades y marcha atrás. Tracción total con tres diferenciales autoblocantes ajustables.
CÓMO ES SU SUSPENSIÓN
Delantera Independiente, amortiguadores de gas Reiger regulables en dureza y altura. Muelles helicoidales Eibach. Barra estabilizadora M-Sport.
Trasera Independiente, amortiguadores de gas Reiger regulables en dureza y altura. Muelles helicoidales Eibach. Barra estabilizadora M-Sport.
QUÉ RUEDAS CALZA
Llantas del./tras.De 18»
Neumáticos del./tras.Semislicks compuesto duro.
CÓMO SON SUS FRENOS
Delante Discos de acero Brembo ranurados, mordidos por pinzas monobloque de cuatro pistones. Regulador de frenada.
Detrás Discos de acero Brembo ranurados, mordidos por pinzas monobloque de cuatro pistones. Freno de mano hidráulico.

 

Ford Fiesta