Seat Toledo: El coche adecuado en el momento preciso

Fecha y lugar de la presentación: 4 de septiembre de 2012; recorrido de Madrid a Toledo, 220 km, el 95% por autopista y el 5% por ciudad.

En 1991, Seat lanzó la primera generación del modelo; un coche fundamental porque era el primero desarrollado completamente bajo la ´influencia´ de Volkswagen –que había adquirido la marca española en 1986- y porque estrenó un nuevo segmento dentro del mercado español: el de los vehículos con apariencia de berlina€ pero dotados de un práctico portón trasero. El coche funcionó tan bien que sólo de este Toledo I se vendieron 559.041 unidades, de las cuales 193.556 se quedaron en España. La segunda generación se puso a la venta en 1998, con un enfoque más lujoso, una apariencia más elegante€ y con la pérdida del práctico portón, ya que este Toledo II pasó a ser un cuatro puertas. Respecto a su antecesor apostó por una mayor tecnología y unos motores más potentes, como el 1.9 TDI diesel de 150 CV y el 1.8 20VT turbo de gasolina con 180 CV. De esta generación se vendieron 303.789 unidades en todo el planeta, correspondiendo 125.504 de ellas a España. Ya en 2004 llegaría el Toledo III, que supuso una interpretación completamente distinta del modelo; una interpretación ´en formato monovolumen´ que no cuajó en absoluto. Y a pesar de que esta generación fue la más práctica y amplia, las ventas no acompañaron en absoluto, con unas discretísimas 54.837 unidades registradas en todo el mundo, siendo 21.249 unidades las que se colocaron en España –muchas de ellas dentro del gremio del taxi-. Este coche dejó de producirse en 2009.

Pues bien, ahora tres años después, la marca española recupera el concepto original del Seat Toledo: una berlina original, de apariencia atractiva y, lo más importante, con un precio de arranque muy atractivo –de hecho, inferior al de las dos anteriores generaciones-.

Estéticamente, el Toledo IV mide 4,48 m de largo –tiene la mayor longitud de todos los Toledo que ha habido hasta ahora- y recupera la original idea de contar con una estética de clásica berlina€ combinada con un práctico y enorme portón –por cierto, algo pesado de manejar cuando está abierto y toca tirar de él para cerrarlo-. Lo cierto es que visto al natural tiene una apariencia muy atractiva, con cierto caché y con la nueva imagen de la marca en la parte frontal –faros angulosos, gran parrilla delantera€-.

El interior llama la atención por varios motivos; el primero es que, para ahorrar costes recurre a materiales sencillos, plásticos duros y elementos de otros modelos de Seat o Skoda –por ejemplo, el equipo de audio, los mandos de la climatización, el volante, la instrumentación€. resultan muy familiares-. En conjunto, los acabados son acordes al ajustado precio que va a ofrecer el coche€ pero aunque según la marca el lugar del Toledo dentro de la gama Seat se emplaza entre el Ibiza y el León, al menos por calidad esta nueva berlina no es mejor que la de su ´hermano pequeño´. Aún así, el tacto de los mandos o los ajustes de estas primeras unidades fabricadas eran correctos, el sonido de las puertas resultaba sólido€ Sí que es sorprendente el espacio interior, con unas plazas traseras que se llevan todo el protagonismo por su buen espacio para las piernas, similar al de un modelo más grande y caro como el Exeo. La postura de conducción es muy buena, gracias a que el asiento resulta muy cómodo –sería ideal si el reglaje en inclinación del respaldo fuera por ruedecilla, más preciso que el de palanca- y a un volante de tamaño y grosor perfectos y con unos enomes reglajes en altura y profundidad. Los mandos quedan muy a mano –especialmente el de las luces- y la visibilidad trasera es algo discreta, aunque no hay mayor pega gracias a unos retrovisores laterales de buen tamaño. Uno de sus puntos fuertes es, sin duda, el maletero: cuenta con 550 litros, unas formas completamente cúbicas, un portón enorme… y, encima, emplea una rueda de repuesto del mismo tamaño junto a la que se aloja un hueco adicional de 18 litros.

El nuevo Toledo se va a ofrecer finalmente con tres acabados; como escalón de acceso estará la terminación Entry, que contará con ABS, ESP, seis airbags, dirección asistida, elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado o equipo de audio. Como nivel intermedio se situará el Reference, posiblemente el más racional porque ya añade aire acondicionado, volante multifunción, ordenador de a bordo o espejos eléctricos. Como ´tope´ de gama está el Style, que lleva de serie también llantas de 16″, faros antiniebla, climatizador, volante y pomo del cambio en piel€ Entre las opciones habrá elementos como bluetooth o navegador, este últmo de tipo portátil y sin un lugar fijo donde colocarlo –no como el Ibiza, que puede equipar una preinstalación para situarlo encima del salpicadero-.

En cuanto a la gama de motores, desde el principio el Toledo va a contar con cinco de sus seis motores; así, en gasolina el escalón básico es un 1.2 tricilíndrico de 75 CV –se dudaba acerca de si este motor se traería a nuestro país pero así será finalmente-, seguido de un 1.2 TSI turbo de cuatro cilindros disponible con 85 ó 105 CV y la gama concluirá con un 1.4 TSI de 122 CV, que únicamente se ofrecerá con una caja automática DSG –el resto, con cambio manual-.

En diesel, todo el protagonismo para el conocido 1.6 TDI de 105 CV con cambio manual; ya en primavera de 2013 se sumará otro 1.6 TDI de 90 CV con caja manual o automática. A pesar de la preponderancia de los motores gasolina, estos representarán tan sólo el 20% de las ventas del modelo, y el 80% corresponderá al diesel. De momento, la marca sólo ha facilitado algunos precios de la gama; así, sabemos que el precio de arranque se anunció hace un par de meses junto con las primeras imágenes del modelo se mantiene: 13.990 euros (a pesar de que en ese intervalo de tiempo ha subido el IVA), que corresponden a la variante 1.2 75 CV Entry. Como tope de gama en gasolina se sitúa el 1.4 TSI DGS Style, que se pone en 22.150 euros, mientras que el 1.6 TDI 105 diesel con acabado Reference sale en 19.400 euros. Como promoción de lanzamiento, aquellos que financien el coche con la financiera de Seat –según la marca, el 80% de sus clientes- se beneficiarán de un pack ´todo incluido´, que consta de cuatro años de garantía y mantenimiento, un seguro de desempleo y un año de seguro a todo riesgo –el valor conjunto de este paquete asciende, según Seat, a 2.500 euros. La financiación más favorable, a un plazo de cinco años para la versión básica, dará como resultado cuotas de tan sólo 99 euros.

Durante la presentación, pudimos probar una de las versiones más sorprendentes de la gama; se trata de la equipada con el motor 1.2 TSI gasolina de 85 CV€ que hereda el espíritu de lo que eran los Toledo originales: tendrá un precio muy competitivo –rondará los 15.500 euros con el acabado intermedio Reference– y un motor no muy potente pero solvente para el ajustado peso del coche –alrededor de 1.150 kg-. Al arrancar, el propulsor destaca por sus escasas vibaciones y porque ´gira muy fino´; viene con un cambio manual de cinco marchas con el tacto típico de los coches de Seat: suave, agradable y con recorridos cortos. Muy pronto este propulsor demuestra que, con la ayuda del turbo, ofrece un rendimiento sorprendente; a partir de 1.800 rpm empuja con una contundencia mucho mayor de lo que esperas para su cilindrada y gana velocidad con soltura, siendo capaz de moverse por autopista a velocidad legal sin ningún esfuerzo, con un consumo medio que se estabilizaba entre los 6 y 6,5 litros. A ese ritmo, su sonoridad también es ajustada y lo que más se escucha es un ligero ruido aerodinámico procedente de los retrovisores.

En cuanto al chasis, el Toledo viene con un esquema de suspensión similar al del Ibiza –con un eje trasero semi-rígido, una solución asequible que además, por su diseño, resta poco espacio al maletero-.

Combinado con una excelente rigidez de la carrocería –gracias al empleo de una gran cantidad de aceros de alta resistencia: un 62,7 % de los empleados son de ese tipo-, este Seat se muestra muy ´sólido´, da sensación de ser mucho coche y tiene buena pisada, así como un gran aplomo –le ayuda su generosa distancia entre ejes de 2,6 metros-. Con todo, incluso circulando por autopista o autovía no alcanza ese grado de ‘capacidad de absorción’ de una buena berlina tipo Peugeot 508, y se notan ligerísimos movimientos del coche… que, en cualquier caso, no son ni moestos ni preocupantes. La dirección, con asistencia eléctrica, hace su trabajo a la perfección: de hecho, pasa completamente desapercibida por su buen tacto, asistencia correcta en todo momento y rapidez.