TC compacto del año 2006. Toyota RAV4

Observar la evolución del RAV4 a lo largo de los 12 años que este nombre lleva entre nosotros es un interesante ejercicio que permite ver cómo ha crecido y se ha adaptado un segmento inexistente antes del lanzamiento de la primera versión del pequeño Toyota.
El RAV4 nació con tres puertas y motor de gasolina, tratando de combinar la agilidad de un automóvil compacto tipo GTI con la movilidad de un pequeño todoterreno.
Fue renovado en 2000, perdió el bloqueo del diferencial central, ganó peso, adoptó un motor turbodiésel de excelente dinamismo y comenzaron a lloverle los imitadores.
Nuevo de arriba a abajo
Pero Toyota ha dado un nuevo paso adelante antes que los demás, y su tercer RAV4 ya no es un GTI 4×4, sino un todocamino familiar pensado para uso mayoritariamente asfáltico.
Sus suspensiones trabajan de forma excelente a ritmos elevados, con caídas, avances y convergencias mínimos… al igual que sus recorridos (especialmente en el tren trasero), uno de los inconvenientes de esta generación.
De hecho, en años anteriores, el BMW X5 (con ingentes neumáticos de carretera, todo hay que decirlo) era el vehículo que peor lo pasaba en nuestra «excursión», mientras que el RAV4 conseguía hacer un papel bastante digno en las zonas más difíciles gracias a su ligereza; pero este año las pérdidas de motricidad han puesto en serios aprietos al de Toyota, perjudicado por su aumento de masa y su disminución de recorrido de suspensiones.
Lo que sí nos encanta de este RAV4 es su nuevo motor 2.2 D-4D de 177 CV y su sistema de reparto del par en función no sólo de la adherencia disponible sino de la guiñada del vehículo, reparto que trabaja de forma excelente en pistas, pero que tiene su contrapartida en trialeras, donde necesitamos la máxima tracción y no el comportamiento más deportivo.
Así, el nuevo RAV4 es un excelente 4×4 para recorrer caminos en buen estado que debe mantenerse lejos de las dificultades.
Por dentro y por fuera
La capacidad del RAV4 para rodar deprisa por pistas es una de sus mayores virtudes.La nueva generación ha conseguido mejorar la calidad de los acabados, que ya era buena.
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Cómo va
2.0 VVT-i: gasolina, 4 cilindros en línea, delantero longitudinal, DOHC, cuatro válvulas por cilindro, 1.998 cm3 (86 x 86 mm), inyección electrónica secuencial, compresión 9,8:1, 152 CV (112 kW) a 6.000 rpm y 194 Nm (19,7 kgm) a 4.000 rpm.
2.2 D-4D: diésel, 4 cilindros en línea, del. longitudinal, DOHC, cuatro válvulas por cilindro, 2.231 cm3 (86 x 96 mm), inyec. directa, conducto único, turbo, intercooler, compr. 16,8:1, 136 CV (130 kW) a 3.600 rpm y 310 Nm (31,6 kgm) a 2.000 rpm.
2.2 D-4D D-CAT: diésel, 4 cilindros en línea, delantero longitudinal, DOHC, cuatro válvulas por cilindro, 2.231 cm3 (86 x 96 mm), iny. directa, conducto único, turbo, intercooler, compresión 15,8:1, 177 CV (130 kW) a 4.000 rpm y 400 Nm (34,7 kgm) a 2.000 rpm.
Ficha técnica y gama 2006
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Hoja de Taller/Equipamiento, Seguridad y Funcional
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El Más vendido.-Aprovechando el final del ciclo comercial de la segunda generación del Toyota RAV4, el Hyundai Tucson logró imponerse en el segmento de los todocamino compactos en el ejercicio 2005, con 7.678 matriculaciones, justo por delante de su rival japonés (6.313). Tercero se situó el hermano mellizo del Tucson, el Kia Sportage, con 5.159 unidades. Pero las cosas han cambiado con la aparición del nuevo RAV4, que en los cinco primeros meses de 2006 ha sido el líder del segmento con 3.337 matriculaciones.

El segundo más votado.-El Nissan X-Trail ha dejado paso en esta edición al Land Rover Freelander en el segundo puesto de la clasificación del Todocamino Compacto del Año 2006. A punto de ser reemplazado por una nueva generación, el británico sigue siendo uno de los vehículos más eficaces, habitables y robustos de su segmento. Su principal desventaja respecto a sus rivales radica en la pobre respuesta de su motor turbodiésel, aspecto que mejorará notablemente en la nueva generación.
Por fuera
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