Barcelona instalará 46 nuevos radares de velocidad en 2021

Con esta medida, el consistorio de la Ciudad Condal refuerza los sistemas de vigilancia dentro del casco urbano. El principal objetivo de este plan pasa por garantizar que se cumpla el límite de velocidad de 30 km/h establecido en la metrópolis.
El Ayuntamiento de Barcelona instalará 46 nuevos radares de velocidad a lo largo de 2021. En concreto, se estrenarán 32 cinemómetros fijos, 2 radares de tramo y 12 radares situados en las proximidades de diferentes centros educativos. Hasta la fecha, el 68% de las calles de la ciudad cuentan con esta limitación. Según recoge el Plan de Movilidad Urbana 2024 y el Plan Local de Seguridad Vial, esta cifra debería alcanzar el 75% a final de año.
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La estrategia ‘Ciudad 30’ busca mejorar la seguridad vial y reducir la accidentalidad y la gravedad de las lesiones. Su principal medida es la de reducir la velocidad a 30 km/h de todo el tráfico urbano. Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta limitación permite reducir hasta 5 veces el riesgo de fallecer en caso de sufrir un atropello. Algunas de las ciudades españolas que ya cuentan con algunas calles con esta norma son Madrid, Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga o Barcelona, entre otras.
Otra de las ventajas que promete aportar la implementación de ‘Ciudad 30’ está relacionada con la reducción en las emisiones de gases contaminantes. Además, la reducción del límite de velocidad juega en favor de la movilidad urbana favoreciendo la convivencia de diferentes tipos de vehículos como bicicletas o patinetes.
Hasta el momento, los cinemómetros instalados en Barcelona estaban ubicados en los accesos y las vías rápidas de la ciudad. Ahora, los nuevos dispositivos también permitirán mejorar la vigilancia en las principales calles como la Diagonal, Gran Via Corts Catalanes ó la Avenida del Litoral.
En el caso de los llamados radares pedagógicos podrán incrementar hasta un 30% su presencia en las principales arterias. La particularidad de este tipo de radares es que sólo miden e informan de la velocidad pero no sancionan. El objetivo de los mismos es concienciar a los conductores de la velocidad a la que están circulando para que la disminuyan y a la vez recoger datos del comportamiento de los vehículos en los puntos elegidos.
Al radar de tramo situado en la Ronda de Dalt, en el recorrido que une la plaza de Karl Marx y el Nus de la Trinitat, se sumarán otros dos dispositivos de esta misma naturaleza. Los radares de tramo se encargan de controlar la velocidad media a la que el conductor ha circulado entre un punto A y un punto B. Para evitar una sanción, los usuarios deben mantener una velocidad de marcha no superior a la indicada entre ambos puntos. En este sentido, cabe recordar que circular por debajo del 50% de la velocidad permitida también está considerado motivo de multa.
El primero controlará el túnel de la Rovira, entre la plaza de Alfons el Savi y la rambla del Carmel, y comenzará a funcionar este mismo mes de marzo. El segundo cinemómetro, según informa el consistorio de la capital catalana, situado en el túnel de Badal, entre la plaza de Cerdà y la avenida Diagonal, será puesto en marcha a lo largo de 2021. Más adelante, llegará un tercer radar en la Ronda Litoral, entre la Barceloneta y Miramar, con capacidad para controlar los dos sentidos de circulación.
La concejal de Movilidad de Barcelona, Rosa Alarcón, ha señalado que «el principal objetivo no es sancionar sino que no se tenga que multar», dejando claro que «las multas son impuestos voluntarios, quien no quiera una multa solo tiene que cumplir las normas». Recordemos que en 2020, el Ayuntamiento de la Ciudad Condal registró un enorme incremento de las sanciones por exceso de velocidad, alcanzado más de 600.000 denuncias frente a las 347.000 del año 2019.