Algunos se idearon hace ¡100 años!

Ocho coches que han sido capaces de volar

Rogelio Camargo
Rogelio Camargo
La idea de fabricar un vehículo capaz de rodar tanto por tierra como por aire viene de muy lejos... aunque, hoy en día, sigue siendo un proyecto más futurista que real a corto plazo.


Los inicios de la aviación son casi tan antiguos como los de la propia automoción. De hecho, a finales del siglo XIX la fascinación del hombre por volar llevó a crear diversos prototipos que fuesen capaces de sustentarse en el aire… aunque con poco éxito. El paso del tiempo y la mejora de la tecnología permitió mayores avances, hasta el punto de construir artefactos capaces de moverse con dignidad tanto en tierra como en el aire. Hubo que esperar hasta el siglo XXI para conocer proyectos realmente factibles que, si bien no pueden considerarse una auténtica realidad, nos hacen estar más cerca de cumplir uno de los viejos anhelos del ser humano. A continuación, te mostramos ocho ejemplos significativos de coches voladores a lo largo de la historia.

1. Curtiss Autoplane 1917

Se le puede considerar el primer coche volador de la historia. En 1917, un ingeniero de aviación llamado Glenn Curtiss creó este modelo empleando algunas piezas del Ford Model T, dando lugar a un triplano movido por un potente motor de 100 CV, que impulsaba una enorme hélice en la parte posterior; por su parte, la dirección movía tanto las ruedas delanteras como el timón de cola. Su trayectoria fue muy corta, ya que apenas realizó un par de intentos de vuelo de corta duración antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, para después caer en el olvido.

Curtiss Autoplane

2. ConvAircar 118

A priori, el concepto del ConvAircar 118 parece de lo más sencillo: un pequeño avión adherido a la parte superior de un coche de la época. Realizó su primer vuelo en 1946 y tenía la ventaja de que las alas podían retirarse para emplearlo como un turismo normal. Previamente se fabricó un prototipo, el modelo 116, que logró terminar con éxito 66 vuelos. El diseñador Ted Hall se encargó de crear, a partir de este último, el 118, que elevaba la potencia de 130 a 190 CV. Un desgraciado accidente en California durante la fase de pruebas supuso el fin del proyecto, del que se habían propuesto construir 160.000 unidades.

ConvAircar 118
 

3. Piasecki AirGeep

La industria militar también vio una posibilidad en los coches voladores. Tras el proyecto fallido del Curtis-Wright VZ-7, el ejército volvió a probar con el Piasecki VZ-8 AirGeep. Se trataba de un modelo con despegue vertical, que aunaba las ventajas de un helicóptero aunque con un manejo más sencillo, por lo que servía como vehículo de entrenamiento para los pilotos; incluso la marina llegó a interesarse por él, dadas las posibilidades que ofrecía a bordo de un barco. Hasta llegar a la versión definitiva, el AirGeep pasó por siete transformaciones… aunque finalmente fue considerado como no apto para uso militar. Contaba con dos enormes hélices verticales, una en la parte delantera y otra en la trasera, con un asiento situado en el centro para el piloto y tres o cuatro ruedas para rodar por tierra.

Piasecki
 

4. Ave Mizar

Dada la similitud del concepto, se le puede considerar el sucesor del ConvAircar de la década de los 40. En 1971, la empresa californiana Advanced Enginnering tomó un Ford Pinto y añadió en la parte superior parte de un avión Cessna Skymaster. El propio motor del turismo daba la potencia suficiente para alcanzar la velocidad de despeque, para después ceder el protagonismo a la hélice del avión. El proyecto se fue al traste cuando, en 1973, el ala derecha de un prototipo se dobló en pleno vuelo, anulando cualquier posibilidad de que llegase a producirse en serie.

Ave Mizar
 

5. Terrafugia Transition

Terrafugia TransitionDamos un importante salto en el tiempo para conocer el Terrafugia Transition, que completó con éxito su primer vuelo de prueba en 2009. Durante los tres años siguientes pasó por diversas modificaciones, hasta que un modelo nuevo casi por completo realizó un segundo trayecto. Los cambios le llevaron a una apariencia muy futurista para tratarse de un coche, con unas alas plegables y las clásicas formas aerodinámicas de un avión. El Terrafugia original era capaz de alcanzar los 110 km/h en carretera y los 118 km/h en el aire, aunque ambas cifras fueron aumentando en sucesivas evoluciones. La empresa sigue en activo, e incluso tiene proyectos nuevos, como el TF-X, dotado de una mecánica híbrida y despegue vertical.

6. CarPlane

Uno de los últimos ejemplos de cómo ha evolucionado el viejo concepto de coche volador. Diseñado en Alemania, el CarPlane es un sistema de transporte pensado para el ejecutivo que realiza numerosos viajes. Emplea un fuselaje de doble casco que divide el espacio entre el conductor y el pasajero, con unas alas que se pliegan quedando casi integradas en la estructura cuando se utiliza como turismo. Las últimas especificaciones aportadas por el fabricante dicen que Carplane tiene un motor de 150 CV que le permite alcanzar una velocidad de crucero de 200 km/h en el aire y una autonomía de 805 kilómetros, con una altura de vuelo de 15.000 pies.

CarPlane
 

7. AT Black Night

El concepto del AT Black Night supone una ‘vuelta de tuerca’ al concepto de coche volador… hacia el de todoterreno volador, en principio con aplicaciones militares. Desarrollado en 2010 por la compañía aeronáutica Advanced Tactics, junto con el ejército de los EE.UU. y la NASA, ha efectuado con éxito algunos vuelos de prueba. Auna las capacidades de un camión todoterreno cuando se desplaza por el suelo, con las de un helicóptero de transporte, siendo capaz de llevar hasta cinco pasajeros en vuelo, ocho en tierra, y entre 450 y 720 kilos de carga.

AT Black Night
 

8. Aeromobil 3.0

AeroMobil 3.0Muchos lo consideran el coche volador con más posibilidades de convertirse en una realidad; de hecho, podría estar listo para su comercialización en 2017. El AeroMobil 3.0 es el resultado de 25 años de estudio y pruebas, tiene capacidad para dos ocupantes y presenta unas buenas cualidades tanto para circular por asfalto como en el aire. Si se emplea como coche, puede alcanzar una velocidad de 160 km/h y recorrer 875 kilómetros sin parar a repostar. El motor Rotax 912 es el mismo que mueve la hélice cuando funciona como avioneta; en este caso, es capaz de volar a 200 km/h y surcar los cielos durante 700 kilómetros. Detrás del proyecto, iniciado en 1990, está el ingeniero aeronáutico Stefan Klein, quien cuenta con una larga experiencia en marcas como BMW y Volkswagen.