Conducir sobre nieve y hielo: 15 consejos para hacerlo con seguridad

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso
La nieve y el hielo pueden hacer muy peligrosas las carreteras y, por este motivo, hemos elaborado un listado con 15 consejos para conducir por ellas con seguridad.

Conducir sobre una carretera en la que hay hielo o con nieve supone un riesgo extra que podemos reducir si ponemos en práctica los 15 consejos que enumeramos a continuación:

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Si hay nieve en la carretera

1.- Si puedes, evita conducir

Aunque con nociones sobre conducción y mucha precaución puedes conducir sobre nieve, es mejor que evites hacerlo siempre y cuando te sea posible. ¿La razón? El riesgo de quedarte atascado o de sufrir un accidente es obviamente mayor y, aparte, no se trata sólo de que tú seas capaz de conducir, sino que haciéndolo asumes el riesgo de que otros conductores ocasionen un accidente en el que te veas implicado.

2.- Concentración máxima

Siempre hay que ir concentrado al volante, pero sobre nieve mucho más. Pon toda tu atención sobre la información que recibes a través del volante para intentar conocer el grado de adherencia de los neumáticos. Asimismo, evita escuchar música para que tus oídos estén centrados en cualquier ruido que provenga del exterior.

3.- Calma, mucha calma

Uno de los mayores errores que puedes cometer conduciendo sobre nieve es efectuar movimientos bruscos. Ralentiza el manejo del volante y de los pedales, como si lo hicieras a cámara lenta, girando muy suave y acelerando y frenando con muy poca presión sobre los pedales. De lo contrario, facilitarás que los neumáticos pierdan adherencia. Procura no perder los nervios porque, si pisas el freno o giras el volante a lo loco, empeorarás la situación.

4.- Muy despacio

Ve todo lo despacio que necesites para sentir que tienes la situación bajo control, pero procura no detenerte del todo porque, en tal caso, puede que te quedes atascado. Ten en cuenta que, a mayor velocidad, mayor riesgo de perder el control del vehículo.

5.- Usa el freno motor

Este concepto es clave al conducir sobre nieve. Se trata de aprovechar la retención del motor que se produce cuando sueltas el acelerador (mayor cuanto más corta sea la marcha que lleves engranada), la cual es muy útil para aminorar la velocidad sin riesgo de que las ruedas se bloqueen.

6.- Mucha anticipación

La técnica de conducción de mirar lejos cobra especial importancia cuando circulas sobre hielo o nieve, puesto que las distancias de frenado pueden hasta duplicarse respecto a si el asfalto estuviese seco.

Circular sobre hielo y nieve (8)

7.- Selecciona las roderas

Tendemos a conducir sobre las roderas que otros coches han dejado sobre la nieve, pero no siempre es lo recomendable. Lo es cuando son tan profundas que ya se ve el asfalto o cuando la nieve no se ha endurecido, pero no lo es cuando la nieve se ha compactado sobre el suelo, ya que se convierte en hielo y resbala aún más. Te será fácil identificar este segundo caso, pues observarás que la nieve brilla con claridad.

8.- Gira lo menos posible

Cuantos menos grados de giro apliques en el volante, mejor, pues la adherencia será mayor cuanto más rectas estén las ruedas delanteras. Dicho de otro modo, en la medida de lo posible toma las curvas desde la parte exterior de tu carril, ciérrate según visualices el vértice interior y vuelve a abrirte al máximo en la salida de la curva.

9.- Modos de conducción

¿Los tiene tu coche? En tal caso, recurre a ellos. Conecta el específico para nieve o barro si es que lo hay y, si no, selecciona el programa ‘Eco‘, pues es con el que el acelerador se vuelve menos sensible, lo que te puede ayudar a no perder motricidad.

¿Qué te puedes encontrar conduciendo sobre nieve?

1.- Flotabilidad en el volante

Si notas que la dirección va excesivamente blanda, es síntoma inequívoco de que apenas hay adherencia en los neumáticos, así que extrema las precauciones.

2.- Subviraje y sobreviraje

Son, respectivamente, el derrapaje del eje delantero y del trasero. El subviraje se da cuando giras el volante pero el coche tiende a irse recto. La forma de volver a tener el control es soltando el acelerador y quitando algo de giro al volante para recuperar la adherencia (no sigas girando más y más porque lo empeorarás).

El sobreviraje se produce cuando es la parte trasera del vehículo la que pierde la trayectoria. La forma de recuperarla es contravolantear (girar en el sentido contrario a la curva) y acelerar un poco sólo en el caso de que el vehículo sea de tracción delantera (si es trasera o total, no aceleres). Pero ojo, en cuanto el coche recupere la normalidad, deshaz el contravolante rápidamente o perderás el control.

3.- Te has quedado atascado…

Si las ruedas motrices patinan cuando intentas iniciar la marcha, incluso acelerando muy suave, hay algunas formas de solucionarlo. La primera que debes probar es hacerlo en segunda velocidad, algo sólo posible en los coches con cambio manual y en algunos automáticos. Si no funciona, una buena idea es colocar las alfombrillas del interior justo delante de las ruedas para pasar sobre ellas sin patinar.

Diferencias entre manual, automático, eléctricos…

El cambio manual facilita la conducción sobre hielo o nieve porque permite utilizar el freno motor y seleccionar marchas largas, aunque la mayoría de coches automáticos pueden utilizarse de modo manual, siendo igual de efectivos. Mayor problema podrías tener con un coche eléctrico ya que, a pesar de que todos cuentan con control de tracción, su motor desarrolla todo el par desde el primer momento, por lo que tienen alguna dificultad más para avanzar despacio sobre firme deslizante.

¿Y sobre hielo?

conduccioninviernohielo

Hay una máxima acerca de la conducción sobre hielo: si pierdes el control del vehículo sobre una placa de hielo, es casi imposible que lo recuperes, por muy habilidoso que seas. Por tanto, sobre hielo nuestro consejo es claro: no saques el coche. Pero, si no tienes más remedio…:

1.- Vigila el termómetro

Si sospechas que puede haber hielo en la carretera, estate atento al termómetro del coche. Por debajo de -3ºC es cuando comienzan a formarse placas de hielo sobre el firme.

2.- Como con nieve, pero aún peor

Los consejos para conducción en nieve son aplicables al hielo, pero si sobre nieve el agarre de los neumáticos es muy bajo, sobre hielo es prácticamente nulo. Tenlo en cuenta efectuando movimientos extremadamente suaves con el volante y los pedales y anticipándote aún mucho más.

3.- Si pierdes el control…

Calma ante todo. Mantén el volante bien sujeto pero sin girarlo ya que, si lo haces, cuando la placa pase y las ruedas delanteras recuperen adherencia, el coche saldrá disparado hacia donde apunten. Aparte, no pises fuertemente el pedal de freno intentando detenerlo, pues aun disponiendo de ABS, las ruedas se bloquearán y, en lugar de frenar, el coche ganará velocidad como si estuviese en una pista de patinaje.