Ruta por la Caldera de Taburiente con el SEAT Ibiza FR

Pedro Madera
Pedro Madera

El resiliente pino canario y las cascadas de agua son elementos clave del parque nacional de la Caldera de Taburiente, espectacular teatro de la naturaleza, alma y esencia de la isla de La Palma. Su lado más salvaje.


Diques, roques, crestas, cascadas… El salvaje paisaje de la Caldera de Taburiente es una prueba más de la fuerza de la naturaleza. Las erupciones volcánicas que tuvieron lugar en el fondo oceánico fueron las manos que moldearon este paraje, el segundo de las islas canarias en ser declarado parque nacional y el cuarto del país.

Visitarlo es adentrarse en la impresionante depresión de la Caldera de Taburiente, que supera los 1.000 metros de altura y tiene un diámetro de nada menos que 8 kilómetros. Y para hacerlo hay que recorrer parte de la llamada «isla bonita», toda ella Reserva Mundial de la Biosfera.

Nuestra ruta comienza desde el oriente de la isla, en la atractiva ciudad portuaria de Santa Cruz de La Palma, donde es obligado un paseo por sus calles coloniales, salpicadas de palacios y casas de arquitectura tradicional canaria que hablan de su rico pasado.

MIrador de San Bartolomé

Tomar la calle Real es buena idea para adentrarse en su historia porque fue en ella donde genoveses, castellanos, flamencos y portugueses, entre otros, decidieron asentar sus grandes casas y palacios. Pero tampoco podemos perdernos la fortaleza de Santa Catalina, que pasó siglos defendiéndose de los ataques de piratas y corsarios.

O la espectacular avenida de los Balcones, donde hay que levantar la vista para reparar en esos pequeños miradores tallados en madera y cerrados con celosías ante los que pocos se resisten a sacar la cámara de fotos.

Antes de marcharnos para retomar nuestra ruta, tendremos que echar un vistazo a lugares emblemáticos de la ciudad como la Plaza de España, donde se encuentra el Ayuntamiento y la Parroquia del Salvador, el conjunto arquitectónico renacentista más importante de la isla. Sus históricas escalinatas nos llevarán al barrio alto de San Sebastián, el convento de Santo Domingo y la pequeña ermita de San Telmo.

Bosque de laurisilva

Pero si hay un lugar por el que los santacruceros sienten especial devoción es el santuario de la Virgen de las Nieves, a las afueras de Santa Cruz de La Palma, donde nos espera el Castillo de La Virgen y la iglesia de la Encarnación. Cuentan que esta virgen apagó con la nieve el fuego del volcán. Y que ya antes de la llegada de los conquistadores, los aborígenes veneraban a la que en la actualidad es la patrona de la Isla, que cada cinco años desciende desde su santuario hasta la parroquia del Salvador.

Tras la visita, pondremos rumbo por la LP-3 a nuestra primera toma de contacto con el parque: el centro de visitantes de la Caldera de Taburiente, en el municipio de El Paso. Allí podremos recopilar información actualizada sobre consejos y sobre el estado de sus senderos, que son la mejor forma de conocer este espectacular paraje ya que no se permite circular en coche ni en bicicleta, excepto en las carreteras y pistas abiertas al público, así que si viajamos en nuestro vehículo únicamente podremos atravesarlo por la LP-4, que tomaremos más adelante.

Hay, sin embargo, un punto dentro del parque al que sí podemos acceder con nuestro coche por la carretera de la Caldera de Taburiente o bien caminando por una pista asfaltada desde el centro de visitantes. Se trata del mirador de La Cumbrecita. Hay una pequeña zona de aparcamiento limitada a solo 18 plazas en la que se puede aparcar desde las 08:30 hasta las 16:00 horas. No es mala idea reservar la plaza por internet .

Teide desde Caldera

Desde este punto existe un sendero circular que permite conocer la Caldera adentrándose en su corazón y acercándonos la impresionante visión del pinar canario. Apenas hora y media de caminata con la que disfrutar del parque nacional a nuestro ritmo y sin prisa. Ya de nuevo en el coche, hay que aprovechar para echar una última mirada desde La Cumbrecita a lo que tenemos ante nosotros: la impresionante imagen del interior de la Caldera.

Toca ahora seguir el viaje por la LP3 hasta Tazacorte, el lugar perfecto para descansar un poco después de un buen paseo e incluso darse un baño relajante en las tranquilas aguas de la playa Puerto de Tazacorte, con sus características arenas negras.

El sitio se encuentra lo suficientemente alejado de la ciudad para que podamos disfrutar del mar y de la naturaleza sin ruidos que nos estorben. Pero al mismo tiempo, lo suficientemente cerca como para darse un paseo después por el centro del florido Tazacorte y las callejuelas del histórico barrio de El Charco, caracterizado por sus casonas solariegas de los siglos XVI y XVII y unos antiguos lavaderos.

Nuestros pasos nos llevarán por la avenida de la Constitución hacia el puerto. Y en el camino encontraremos a la derecha la Plaza de España, con la Iglesia de San Miguel, y la Plaza de Simón Guadalupe, más conocida como Plaza de la Vica.

mirador san bartolome

Si hay tiempo, una visita interesante es la del Museo del Plátano, seguramente el producto más famoso de Canarias y del que, sin embargo, no conocemos demasiado. Por eso nació este museo, que nos acerca al mundo que rodea a la producción de esta fruta: su historia y origen, el transporte desde Canarias hacia el resto del mundo, los distintos tipos, cómo es el proceso de recolección, empaquetado…

Precisamente una de las peculiaridades de este municipio es el color verde oscuro de sus plataneras, que veremos en cuanto nos vayamos acercando a la localidad.

También es buena idea acercarse al Museo del Mojo, pegado al anterior, que igualmente nos acerca la cultura y tradición de la imprescindible salsa que adereza los platos canarios.

Seguiremos después rumbo a Tijarafe, donde podemos practicar trekking en la extensa red de senderos de sus proximidades. En este municipio se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, con un retablo del barroco canario y una tabla flamenca del siglo XVI.

El siguiente destino será Santo Domingo, la capital del municipio de Garafía, al noroeste de la isla. Encajado entre el barranco de La Luz y el de Fernando Porto, merece una parada para conocer la iglesia de Nuestra Señora de la Luz, de mediados del siglo XVII, y el puerto de Santo Domingo, desde donde se ven los acantilados característicos del noroeste de la isla, antes de continuar camino hacia una de las joyas más preciadas de La Palma: el Roque de los Muchachos. Punto más alto de La Palma, situado a 2.426 metros sobre el nivel del mar.

roque de los muchachos

Allí se encuentra el importante Observatorio Astrofísico, centro de investigación que cuenta con una de las baterías de telescopios más avanzadas del mundo. Y es que el cielo que podemos ver sobre El Roque de los Muchachos está entre los más limpios del planeta, perfecto para la observación astronómica. Y no hace falta ser aficionado a la astronomía para quedar impresionado al mirar las estrellas desde aquí en cuanto cae la noche.

Aunque por el día no tiene menos encanto. Si observamos lo que se extiende bajo nuestros pies obtendremos una imagen impresionante de la enorme caldera, con sus rocas volcánicas de formas caprichosas y su frecuente mar de nubes. Una experiencia no muy recomendable para quienes padezcan de vértigo.

Poris de Candelaria

Ya solo queda continuar camino por la LP-4 para cruzar el parque, deteniéndonos antes en el mirador de Los Andenes. Después llegaremos al Pico de la Nieve, en el borde del parque nacional, de nuevo con unas vistas espectaculares, para seguir descendiendo por el barranco de Dolores hasta alcanzar de nuevo Santa Cruz de La Palma, donde podemos hacer una última visita al Museo Naval Barco de la Virgen.

Este es el escenario del espectáculo teatral dedicado a la Virgen de las Nieves, que se representa el último domingo de la Semana Grande de las fiestas lustrales de la Bajada, en la entrada triunfal de la imagen al casco histórico. Un cierre con sabor santacrucero perfecto para nuestra visita a la Isla Bonita.

SEAT Ibiza 1.0 ECO TSI 115 FR

115 CV  Consumo combinado de 5,0 l/100 km Cambio manual de 6 velocidades

Para acometer nuestras rutas por el entorno de los Parques Nacionales de Garajonay, en La Gomera, y la Caldera de Taburiente, en La Palma –enlazando ambas Islas por Ferry, desde Tenerife– contamos con un dinámico Seat Ibiza FR.

Con sus 4,05 metros de longitud, la apuesta urbana de SEAT es un modelo muy completo que destaca en todos los apartados. En el interior, nos encontramos con un puesto de conducción muy bien resuelto, en el que tanto la postura al volante como la distribución de mandos obedecen perfectamente a las exigencias de la ergonomía. Y su maletero de 355 litros es uno de los más amplios de la categoría.

Y tampoco se queda atrás en el apartado dinámico. Con un ajuste firme de la suspensión, su comportamiento es ejemplar, tan ágil y preciso como estable, y con reacciones muy nobles que le permiten enlazar curvas con una sensación de control encomiable. Y no es su único punto fuerte: el motor 1.0 TSI de 115 CV se muestra enérgico y voluntarioso, moviendo al conjunto con facilidad y con unos consumos realmente ajustados.

El Ibiza, además, incorpora lo último en recursos tecnológicos, como el sistema Front Assist –asistencia de frenada automática de emergencia– entre sus dispositivos de seguridad. O la pantalla multifunción de 6,5″ que equipa de serie. Aunque también puede incorporar un sistema de navegación con pantalla de 8″ y conexión Full Link para Apple y Android.

Seat Ibiza en la caldera de taburiente

Mapa de la ruta SEAT por el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente

mapa Caldera de Taburiente

Distancia:162 km
Duración: 5 horas

El revirado trazado que describen las LP-3 y LP-4 en su recorrido alrededor del parque nacional nos obliga a extremar la precaución durante las casi cinco horas que nos llevará completar la ruta..

Ruta SEAT por el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente