Tiene un precio de 42.450 euros

Prueba del Seat Ateca FR TDI 150 DSG-7: ¿y si te interesa un diésel?

Miguel Tineo
Miguel Tineo
Hace unos años, este Seat Ateca podría haber sido el más vendido de la gama, con permiso del TDI 115. Sin embargo, en plena época de demonización del diésel, ambos han caído en el olvido. Y eso es un grave error, porque un SUV diésel como éste aún puede tener mucho sentido.

Remontémonos a los años 80. De aquella, podías comprarte coches con motor diésel o gasolina, básicamente. Lo gasolina eran los predilectos. Con un precio de carburante muy bajo comparado con el actual, los diésel tenían sentido sólo para quien fuese a recorrer muchísimos kilómetros. Además, aquellos diésel no eran precisamente rápidos, ni tampoco refinados.

La implementación de los turbocompresores en muchos de ellos y la llegada de la inyección directa hizo que estos motores diésel consiguieran consumos aún más bajos, pero la ganancia en refinamiento y, sobre todo, prestaciones, les convirtió en alternativas a los gasolina. La gente, en muchos casos equivocadamente, comenzó a descartar los gasolina en favor de los diésel, aunque apenas fuesen a recorrer 5.000 km al año. Fue el boom de los diésel, que se produjo sobre todo a finales de los años 90 y principios de los años 2000.

Comenzaron a endurecerse las normativas sobre contaminación, y los diésel empezaron a incorporar cada vez sistemas de inyección más afinados, filtros de partículas y depósitos de aditivos como el AdBlue para reducir sus emisiones contaminantes. Y lo consiguieron, tanto que hoy en día, cualquier diésel nuevo no tiene nada que ver con uno que se vendiese hace 15 ó 20 años. Son mucho más limpios, y eso en parte también explica que un diésel actual pueda tener etiqueta C, Eco e, incluso, Cero emisiones, como es el caso del Mercedes Clase E 300 de.

Sin embargo, también es cierto que todos esos sistemas de tratamiento de gases de escape han llevado a los diésel, precisamente, al objetivo con el que nacieron: recorrer largas distancias. Hoy día, comprar un diésel nuevo para moverse por ciudad y con trayectos cortos es comprarse un montón de papeletas para encontrarnos con una avería muy cara de reparar. Ahora bien, si el objetivo es hacer muchos kilómetros por carretera, no hay duda: el diésel sigue siendo el rey. Y un ejemplo de lo bien que siguen yendo es el Seat Ateca TDI 150 DSG-7 FR de esta prueba. Vamos a ello.

Información del Seat Ateca

El Seat Ateca es un SUV de cinco puertas y 4,38 metros de largo creado sobre la plataforma MQB el Grupo Volkswagen. Es, por decirlo de alguna manera, como un Seat León en formato SUV. El Seat Ateca se vende con tres motores de gasolina (1.0 TSI de 110 CV, 1.5 ecoTSI de 150 CV y 2.0 TSI de 190 CV) y dos diésel (2.0 TDI de 115 y 150 CV). Todos tienen etiqueta C de la DGT, pues ninguno tiene sistema de electrificación alguno. Todos tienen tracción delantera excepto el 2.0 TSI 190, que se ofrece exclusivamente con tracción total. En función del motor, puede tener cambio manual de seis marchas o automática de siete. Hay cuatro acabados: Reference, Style, FR y X-Perience.

El Seat Ateca es un SUV de tamaño medio o compacto. Es una alternativa de modelos como el Citroën C5 AirCross, Peugeot 3008, Renault Austral, Nissan Qashqai, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Volkswagen Tiguan, Skoda Karoq, Opel Grandland, Jeep Compass, Alfa Romeo Tonale, Mazda CX-5, Ford Kuga, Dacia Duster

Cómo es el Seat Ateca por dentro

El salpicadero del Seat Ateca no es, desde luego, el que presenta un diseño más imaginativo del mundo por sus formas. Pero, a cambio, todo está en su sitio y tardas muy poco en acostumbrarte a saber cómo se maneja cada cosa y dónde tienes que dirigir tus dedos para hacer cualquier cosa. Cuenta con mandos físicos para la climatización, y las cosas que se manejan desde la pantalla central siguen procesos lógicos y sencillos que no exigen navegar más de lo debido por diferentes menús. La calidad de esta pantalla, o la de la instrumentación central configurable, está al nivel del que tienen la mayoría de sus rivales.

Seat Ateca FR 2.0 TDI 150 00004

Entre eso y que la postura a volante es muy buena, el puesto de conducción del Seat Ateca nos convence plenamente. Se va sentado más alto que en un León, y con las piernas menos estiradas, algo habitual en este tipo de coches y que supone un poco menos de sujeción en curvas a cambio de una accesibilidad más cómoda y una mayor visibilidad.

Si hablamos de las plazas traseras, el Seat Ateca obtiene buena nota en altura y anchura, donde está entre los mejores. También lo hace en espacio para las piernas, pero en este aspecto hay rivales que le superan, como el Hyundai Tucson. Aún así, no lo hacen por más de unos cinco centímetros, por lo que se puede decir que el Ateca es un coche amplio. Puestos a pedir, si acaso podría tener una banqueta trasera corrediza, un detalle que no es muy habitual en este segmento pero que sí ofrecen el Citroën C5 AirCross o el Volkswagen Tiguan.

Cómo es el maletero del Seat Ateca

El Seat Ateca cuenta con un maletero de 510 litros, que se puede ampliar hasta los 1.604 litros si se abaten las respaldos de los asientos traseros. En el caso de la versión TSI 190 4Drive, el volumen es de 485 litros. El maletero del Ateca puede llevar, por 140 euros, un suelo móvil que permite contar con un pequeño doble fondo. De serie, cuenta con un punto de luz, ganchos a los lados, cuatro argollas y dos mandos en los laterales para abatir los asientos desde el propio maletero. Por 94 euros, puede tener una toma de 12 voltios y otra de 230 V y, por 177 euros, una red divisoria del espacio de carga (muy útil para transportar mascotas, por ejemplo). De serie lleva kit reparapinchazos pero, por 104 euros, puede llevar una rueda de emergencia que elimina la parte del doble fondo.

Cómo va el Seat Ateca TDI 150 DSG-7 FR

El apartado dinámico es uno de los puntos donde el Seat Ateca destaca sobre su competencia, y más aún en el caso de esta unidad, equipada con una suspensión adaptativa DCC disponible en diferentes packs y desde sólo 177 euros. Si empezamos hablando del comportamiento, el Seat Ateca es un SUV que obtiene muy buena nota por agilidad y precisión. Tiene una dirección de buen tacto, una suspensión que controla muy bien los movimientos de la carrocería y que sabe lidiar correctamente con las irregularidades de la carretera para asegurar una gran estabilidad, y un eje trasero con unas reacciones especialmente nobles y predecibles. Comparado con otros rivales como el Hyundai Tucson, el Renault Austral o el Peugeot 3008, el Ateca tiene un comportamiento más ágil, una suspensión más eficaz a la hora de controlar los movimientos de la carrocería y se siente incluso como un coche más ligero y hasta pequeño de lo que en realidad es.

Por eso, en carreteras secundarias es una de las mejores alternativas del segmento. En autopistas sigue siendo igual de bueno y también es un coche muy cómodo, sobre todo con la suspensión en modo Comfort, pero hay otras alternativas más cómodas como el Citroën C5 AirCross, el Nissan Qashqai o, incluso, el Skoda Karoq, que tiene unos tarados de suspensión ligeramente más suaves. En ciudad, va tan bien como sus rivales; si acaso, el hecho de ser unos 10-15 cm más corto que algunos de ellos puede suponer una leve ventaja a la hora de aparcar en determinados sitios, pero nada más.

Con todo, se puede decir que el Ateca está un poco más orientado hacia el dinamismo que hacia la comodidad, sobre todo con este acabado FR. Ahora bien, quien busca un SUV de este tipo, ¿prefiere comodidad o eficacia? Probablemente, se decante más hacia lo primero. ¿Debe entonces descartar la compra del Ateca? En absoluto, y menos con la suspensión adaptativa, pues el trabajo de la citada suspensión en zonas bacheadas es francamente bueno también a la hora de filtrarlas a los ocupantes, y nadie podrá acusar al Ateca de ser un coche incómodo. Ni mucho menos.

Cómo es el motor del Seat Ateca TDI 150 DSG-7 FR

En cuanto al motor, el 2.0 TDI de cuatro cilindros y 150 CV de este Seat Ateca es una mecánica ideal para un coche de este tipo, que tiene un peso de 1.514 kilos (lo normal para un coche así). De hecho, y aunque va muy bien, sabemos que el 2.0 TDI de 115 CV ya será más que suficiente si vamos a desplazarnos a ritmos normales, pues también lo hemos probado y es un motor de excelente respuesta a bajo y medio régimen. El TDI 150 marca las diferencias si se trata de ir deprisa, pues se muestra bastante más contundente a partir de 3.000 revoluciones. Si las prisas no son lo nuestro y nos basta con TDI 115, que es lo más probable, hay uno desde 30.820 euros.

Una de las diferencias que hay entre ambos motores es la posibilidad de tener o no cambio automático. El TDI 115 sólo puede ser manual de seis marchas, mientras que el TDI 150 puede llevar ese cambio o el automático de doble embrague y siete marchas que lleva la unidad de esta prueba. El manual, por suavidad y precisión, es un cambio excelente. El automático es buena opción sobre todo por comodidad en caso de circular habitualmente por zonas con mucho tráfico o ciudad, pero también obtiene buena nota en carretera. El Seat Ateca FR TDI 150 manual vale 40.010 euros, 2.440 euros más que el DSG. El manual consume 0,2 L/100 km menos de media que el DSG.

Por lo demás, el 2.0 TDI 150 es un motor relativamente bien insonorizado y refinado para tratarse de un diésel. De hecho, sigue siendo de los mejores en este aspecto, igual que por el agrado de conducción que transmite a su conductor por su buena respuesta a cualquier régimen. En cuanto a consumo, en carretera a velocidad sostenida lo normal es moverse en torno a los 6 L/100 km, mientras que en ciudad nos podemos acercar más hacia los 6,5-7 L/100 km.

Como decíamos al principio, es en carretera donde un diésel todo el sentido en la actualidad. Y, ahí, este Seat Ateca TDI 150 sigue siendo una de las mejores alternativas de su segmento por cómo anda, lo poco que gasta, su finura y su excelente comportamiento, sin que por ello apenas ceda en comodidad.

Cuánto cuesta el Seat Ateca TDI 150 DSG-7 FR

Este Seat Ateca tiene un precio de 42.450 euros, aunque hay un Ateca TDI 150 Style con cambio manual por 36.190 euros. Es un precio razonable teniendo en cuenta que este acabado FR viene bien equipado de serie y que está plenamente justificado frente a la competencia. Por ejemplo, un Peugeot 3008 GT BlueHDI 130 EAT8 sale por 41.500 euros, pero tiene 20 CV menos. Un Kia Sportage CRDi 136 DCT GT Line cuesta 45.508 euros, aunque tiene la ventaja de contar con etiqueta Eco de la DGT, y un Hyundai Tucson N-Line con la misma mecánica (y etiqueta Eco) que el Kia sale por 44.025 euros. Eso sí, hay un Skoda Karoq TDI 150 Sportline, que es básicamente lo mismo que este Ateca por motor y chasis, aunque con cambio manual, por 38.000 euros.

 

Seat Ateca

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