En la última semana

La DGT pilla a más de 2.800 ocupantes sin cinturón y 240 niños sin sillita

Antonio Moraleja
Antonio Moraleja
Durante la última campaña de intensificación de vigilancia, la Dirección General de Tráfico ha detectado más de 3.000 infracciones en relación al uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantiles.


La Dirección General de Tráfico (DGT) puso en marcha hace un par de semanas una campaña de intensificación de la vigilancia sobre el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil (SRI). Durante los siete días de control, los agentes de tráfico han podido comprobar que siguen existiendo demasiados usuarios que no utilizan o lo hacen de forma incorrecta estos dispositivos de seguridad vial. En total, la DGT ha detectado más de 3.000 infracciones en las carreteras españolas.

Pese a los esfuerzos de las autoridades, en la semana del 13 al 19 de marzo, un total de 2.843 adultos fueron ‘cazados’ cuando viajaban sin cinturón de seguridad, a los que hay que sumar 240 niños que lo hacían sin su correspondiente sistema de retención infantil. Estos datos no son nada halagüeños, ya que uno de los objetivos a mejorar en la Estrategia de Seguridad Vial aprobada por el Gobierno para los años 2011-2020, es llegar a reducir por completo el número de muertes entre los menores por no ir sentado en una silla adecuada a su peso y talla.

El uso del cinturón de seguridad y de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) es obligatorio para todos los ocupantes de un vehículo, en cualquier trayecto (bien sea corto o largo) y en cualquier vía (urbana o interurbana). Es un elemento básico y fundamental de la seguridad vial, que protege al conductor y los ocupantes del vehículo, tanto de salir despedido del habitáculo, como de impactar contra el parabrisas.

En el caso de los niños, la DGT recuerda que los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 cm que se desplacen en vehículo, además de viajar con el sistema de retención infantil adecuado a su talla y peso, deberán ir sentados obligatoriamente en los asientos traseros de los vehículos.

Durante la campaña de vigilancia, los agentes de tráfico controlaron 341.845 vehículos. El 99% de las personas que no hacían uso de dicho dispositivo de seguridad circulaban por carreteras convencionales, carreteras donde se producen 8 de cada 10 fallecidos. La multa por no usar este sistema de seguridad es de 200 euros, a los que se suma la retirada de 3 puntos cuando el infractor es el conductor.