Si algo funciona bien, déjalo tal y como está. Precisamente eso habrán pensado en la marca checa Skoda con su berlina de referencia, el Superb. Este modelo acaba de recibir un lavado de cara tan sutil que su imagen exterior no cambia ni un ápice; sin embargo, la actualización aplicada sobre él sí que tiene influencia en el habitáculo, así como en el apartado tecnológico o de seguridad. Además, afecta tanto a la carrocería sedán como a la familiar -Combi-.
Estéticamente, lo único en lo que ha sido modificado es en la posibilidad de contar con algunos elementos cromados en las versiones con un mayor equipamiento, y en la incorporación de un nuevo color rojo llamado ´Velvet Red´ y de unas nuevas llantas de aleación ´Acamar´ de 19 pulgadas en la gama de opciones.
Interiormente, las mejoras son más notables: lo más destacable es un sistema de infoentretenimiento que puede contar con una pantalla táctil multimedia de hasta 9,2 pulgadas y que incluye conectividad Android Auto y Apple CarPlay, Mirror Link, funcionalidades propias de Skoda y control gestual.
De igual modo, la calidad del sonido se ha incrementado a través del sistema Digital Voice Enhancement; mientras tanto, el sistema CareConnect añade una llamada de emergencia automática en caso de accidente o avería. Por último, el aislamiento acústico también ha sido mejorado, algo que también ha ocurrido con el asistente de aparcamiento automático y con la inclusión de la posibilidad de contar con asientos delanteros ventilados y con función masaje.