El Yeti siempre ha sido, desde que se puso a la venta a finales de 2009, un todo camino con algún detalle simpático e, incluso, extravagante –como los faros redondos delanteros– pero de apariencia discreta y carácter más bien práctico; algo que no enamoraba a los clientes.
Por eso, y ante la llegada de las versiones actualizadas de algunos de sus rivales –Nissan Qashqai, Toyota RAV-4...–, Skoda ha refrescado su diseño.
TécnicaModerno... por fuera Al igual que el VW Tiguan y el Audi Q3, el nuevo Yeti sigue utilizando la misma plataforma PQ35 del Grupo VW sobre la que se desarrolló en 2009 –y que data de 2003, cuando se estrenó en el VW Golf V–. No es que vaya mal, pero obviamente no está tan lograda como su sustituta, la MQB de los últimos VW Golf o Seat León. Pero no es el único elemento 'vetusto' al que recurre el Yeti, ya que todavía equipa –junto con el VW Tiguan– el bloque 2.0 TDI 110 CV, que no cumple la norma de emisiones Euro6 –que entrará en vigor el 1 de septiembre– y que desde Skoda ya reconocen que deberán sustituir próximamente. |
Con el objetivo de asemejarse a los actuales Octavia, Rapid o Spaceback, el Yeti recibe ahora un nuevo frontal, con faros de formas cuadradas, parrilla y paragolpes rediseñados. Pero lo más novedoso es que, si buscas un Yeti más 'campero', por 200 euros extra puedes solicitar el pack estético Outdoor, que le otorga de un aspecto más robusto al incluir paragolpes con añadidos cromados y faldones y molduras laterales en negro.
Por lo demás, el Yeti sigue recurriendo a los mismos motores, aunque ha optimizado su consumo.
Así, las opciones en gasolina pasan por el 1.2 TSI de 105 CV, 1.4 TSI de 122 CV y 1.8 TSI de 160 CV. Mientras que, en diesel, Skoda recurre al bloque 2.0 TDI con potencias de 110, 140 y 170 CV –todos ellos, y junto al 1.8 TSI, disponibles con tracción total en opción–... y a un más que sensato 1.6 TDI 105 CV de tracción delantera que, unido a una caja automática DSG de 7 marchas, declara un ajustado consumo de 5,0 l/100 km que, durante nuestra prueba, se quedó en unos correctos 6,1/100 km.
Vale, de acuerdo: no es tu coche si buscas aceleraciones brutales, deslizamientos del eje trasero o descargas de adrenalina cada vez que te pongas a sus mandos, pero sí se trata de un vehículo cómodo –cuya suspensión filtra sorprendentemente las irregularidades del asfalto– y, para el disfrute de padres de familia con ganas de diversión, más ágil que alguno de sus rivales, algo a lo que contribuyen una dirección precisa y, sobre todo, sus 4,23 m de largo y 1.445 kg de peso –por ej., un VW Tiguan, que no se comercializa con el bloque 1.6 TDI, se va ya hasta los 1.618 kg en su versión 2.0 TDI 110 CV–.
Así las cosas, este Yeti 1.6 TDI es recomendable si buscas un coche amplio y práctico para el día a día –ofrece 405 l de maletero–, pero encuentra una carretera de curvas enlazadas, engrana la posición Sport de la caja de cambios... y te llevarás una agradable sorpresa.
Skoda Yeti 1.6 TDI | |
Motor: | Diesel, 4 cil. turbo de 105 CV. |
Par: | 250 Nm de 1.500 a 2.500 rpm. |
Cambio: | Automático de doble embargue, de 7 relaciones. |
Prestaciones: | 0 a 100 km/h en 12,2 segundos |
Vel. máx.: | 175 km/h. |
Consumo medio: | 5,0 l/100 km. |
Valoración | ????? |
Lo mejor y lo peor | |
+ Confort, practicidad y rendimiento del cambio. | |
– Interior sobrio, prestaciones justas. |
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