La configuración mecánica también es la misma. El encargado de la propulsión es un motor 2.0 bóxer de origen Subaru con inyección directa de Toyota, una potencia máxima de 200 CV y un par de 205 Nm. Por primera vez encontramos en la marca un motor delantero y tracción trasera, y de momento no hay ni rumores sobre la tracción total -tampoco de la turboalimentación-. La caja de cambios también es de seis velocidades, y puede ser manual o automática con levas en el volante.
El punto fuerte también es el mismo: un peso muy reducido -1.180 kg-, un tamaño compacto -4.24 metros- y un centro de gravedad muy bajo. ¿El objetivo? Conseguir una agilidad por encima de la media y un tacto muy deportivo, sobre todo en el paso por curva. Lleva llantas de 17 pulgadas y frenos ventilados.
Su lanzamiento está previsto para verano de 2012, un poco después de la llegada del Toyota GT 86.