Si lo ves a cierta distancia lo identificarás como un Toyota RAV4. Si te acercas un poco, visualizarás emblemas de Suzuki y la palabra Across en el portón trasero. Este coche es fruto de un acuerdo entre Toyota y Suzuki para que la segunda pueda comercializar ciertos modelos de Toyota bajo su marca, entre ellos el Across, como también el Swace, que es un Corolla Touring Sports.
¿Y cuál es el por qué de esto? Pues responde a que Suzuki necesitaba reducir la media de emisiones en Europa, que de no producirse este acuerdo puede que no pasara el corte normativo. De todos modos, hay algunas cosillas que son particulares para el Across y gracias a las cuales Toyota se asegura de que Suzuki no le robe demasiadas ventas, si bien, aunque no directamente, también se beneficia de ellas, puesto que evidentemente el acuerdo no es gratis para Suzuki.
Una de ellas es que la producción del Across está limitada, aunque desconocemos hasta que punto. Otra es que sólo se comercializa en versión híbrida enchufable (no la híbrida normal) y con mucho equipamiento de serie para que su precio no esté por debajo del del Toyota.
Tanto es así, que el Across no tiene lista de opciones más allá de la pintura metalizada. Todo ese de serie y ese todo es muchísimo. Cuesta 57.737 euros, situándose muy por encima de los 51.750 euros que cuesta el RAV4 con acabado Advance y no demasiado lejos de los 60.800 euros que Toyota pide por el RAV4 con terminación Style Plus.
Y ahora vayamos con las novedades del modelo, que en esencia es una: la renovación de las pantallas del interior. Así las cosas, ahora el cuadro de mandos es una pantalla de 12,3″ que reemplaza a la antigua configuración consistente en un display de 7″ flanqueado por dos diales analógicos. Esta nueva instrumentación puede además proyectar cuatro ambientes diferentes: Casual, Smart, Tough y Sporty.
La otra pantalla renovada es la central del salpicadero. La antigua de 8″ deja paso a una más moderna de 10,5″ que además alberga un renovado sistema operativo y que por supuesto es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Y ya está. No cambia mucho más en el Across, aunque hay que reconocer que son dos evoluciones que mejoran el producto.
Por cierto, por si no estás familiarizado con cómo es el sistema de impulsión híbrido enchufable del Across (y del RAV4), y no te apetece buscarlo, te lo desvelo aquí: todo se basa en un propulsor 2.5 de gasolina de 185 CV que se asocia a dos motores eléctricos. El primero está delante y aporta 182 CV. El segundo mueve las ruedas traseras (por eso, el coche se considera de tracción total aunque no haya conexión mecánica entre los dos ejes) y desarrolla 54 CV.
En total, la potencia combinada es de 306 CV con los que el vehículo puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6,0 segundos, estando su velocidad máxima limitada por electrónica a 180 km/h.
La batería ofrece 18,1 kWh brutos de capacidad, lo que aporta 75 km de autonomía eléctrica. Y dicha batería no permite cargas en corriente continua (como es normal en los híbridos enchufables), mientras que en corriente alterna admite hasta 3,7 kW de potencia.