El Autopilot de Tesla no tuvo la culpa en el accidente mortal del Model S

Desde su puesta en marcha, el sistema de conducción semiautónoma de Tesla, conocido como Autopilot, ha estado envuelto en una serie de polémicas que le responsabilizaban de diversos accidentes. El más grave tuvo lugar en mayo del año pasado, ya que un hombre murió tras colisionar en con el remolque de un camión en Florida, Estados Unidos. Sin embargo, una vez finalizado el proceso legal para aclarar la culpabilidad, las autoridades estadounidenses han fallado a favor de Tesla y de su Autopilot al eximir a esta tecnología de cualquier responsabilidad.

La encargada de realizar toda la investigación ha sido la NHTSA -Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos-, que finalmente ha determinado que toda la culpa habría sido del propio fallecido, Joshua Brown, a pesar de que el camión invadió supuestamente la carretera. Y es que al parecer Brown delegó toda la responsabilidad del control de su Tesla Model S en el Autopilot, del cual Tesla ha dicho por activa y por pasiva que no está preparado para asumir todas las funciones de la conducción, pues se encuentra en fase de pruebas y cuenta con ciertas limitaciones.

El hecho motivante del siniestro fue que ni el sistema de frenada de emergencia del vehículo ni Brown accionaron los frenos del coche, por lo que el Model S impactó directamente contra el remolque del camión. De hecho, según la NHTSA, lo último que hizo el conductor fue aumentar la velocidad máxima hasta los 119 km/h -superando el límite máximo permitido en la vía por la que circulaba, establecido en 104 km/h- dos minutos antes de que tuviera lugar el accidente. Además, Brown debería haberse dado cuenta de la presencia del obstáculo siete segundos antes del impacto, tiempo suficiente para reaccionar y evitar el siniestro. Es decir, se deduce que iba distraído€ o dormido.

Finalmente, ni siquiera será necesario que Tesla haga una llamada a revisión para corregir las funciones del Autopilot; sin embargo, desde la NHTSA se apunta que el hecho de que el fabricante de vehículos eléctricos defina al Autopilot como un sistema de conducción semiautónoma puede llamar a confusión.