El futuro del automóvil y la movilidad según Elon Musk

Para que este sueño se haga realidad, Elon Musk reconoce que tendríamos que rebajar el coste de la perforación de túneles a una décima parte del actual, 800 millones de dólares por kilómetro en el caso de Los Ángeles. Para ello ha fundado «The Boring Company» (La Empresa Perforadora, o Empresa Aburrida). Se podría reducir el diámetro de los túneles de 9 a 4 metros y todavía dejaría espacio para un carril de emergencia. Además, quiere diseñar una máquina que refuerce el túnel al mismo tiempo que perfore, y que sea más potente y rápida. «En la oficina tenemos un caracol mascota llamado Gary, en honor al de Bob Esponja; Gary viaja 14 veces más rápido que las perforadoras actuales. Queremos ser más rápidos que Gary.» Según Musk, los túneles son necesarios porque los coches autónomos no van a reducir el tráfico sino empeorarlo. La empresa de túneles también ayudará a Musk con el Hyperloop, «su hobby».
El camión eléctrico con más par motor que cualquier camión diésel es su siguiente sueño, que se hará realidad en julio. El empresario admitió sentirse extraño conduciendo el prototipo «porque es tan ágil, ¡y es un camión! Se conduce como un deportivo».
Para noviembre o diciembre los automóviles Tesla podrán cruzar Estados Unidos en modo completamente autónomo, aunque para poder confiar del todo en nuestro vehículo, y podernos quedar dormidos al volante, todavía quedan dos años, confiesa Musk: «Si tu coche se choca una de cada mil veces, no querrás quedarte dormido, pero si sólo se choca una vez cada mil vidas, entonces seguramente confiarías plenamente en él. Lo cierto es que nunca hay un cero por ciento de probabilidades de no tener un accidente con un humano al volante».
Musk tuvo tiempo también de defender su puesto como consejero en el gobierno de Donald Trump. Sin él, no habría nadie hablando sobre el cambio climático o la justicia social. «Eso no estaba en la agenda antes. Quizás no hagan nada, pero por lo menos yo dije lo que tenía que decir».
Por último, para dentro de 8 o 10 años piensan tener terminado un gigantesco cohete reusable capaz de llevar gente a Marte, aunque admite que sus «metas internas son más agresivas». Musk cree que la vida en el espacio, como la energía renovable, es inevitable, y que ocurrirá con o sin él. Y que él simplemente se dedica a acelerar ese fin. «Si nuestro futuro no incluye vivir entre las estrellas y ser una especie interplanetaria, me deprimiría».
Musk recordó que los egipcios olvidaron cómo hacer pirámides, lor romanos dejaron de hacer acueductos. NASA pasó de ir a la luna a sólo volar a la órbita menor (lower orbit) para luego dejar de ir al espacio. «La tecnología no mejora automáticamente, requiere trabajo duro. No quiero ser el salvador de nadie, sólo quiero pensar en el futuro y no entristecerme.»
QUÉ ES EL TED
Durante una semana, Vancouver se convierte en el centro del mundo para los pensadores del futuro. Más de 1.800 personas de 46 países se reúnen para crear relaciones, aprender e inventar soluciones. Ver a Serena Williams, Garry Kasparov, al presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim, o al mismísimo Elon Musk, en vivo es sólo la punta del iceberg de la conferencia. De hecho, para ver estas charlas no tendrían que pagar el precio de entrada de 8.000 dólares, ya que la gran mayoría acabarán en TED.com, donde ya hay 2.400 charlas con más de 6.000 millones de visitas.
A pesar de que los videos TED están subtitulados a muchos idiomas, incluido el español, este año TED ha lanzado un canal en español, y para celebrarlo uno de los segmentos de charlas fue realizado completamente en castellano, con Ingrid Betancourt, Jorge Drexler y Tomás Saraceno entre los ponentes. La retransmisión en vivo fue vista por más de 700.000 personas.