En el mercado español tenemos una amplia variedad de automóviles eléctricos. De hecho, destacan modelos tan populares como el Hyundai Kona EV, Kia e-Niro, Nissan Leaf o Renault ZOE. Sin embargo, muchos usuarios han fijado su foco de atención sobre el Tesla Model 3, un vehículo que sobresale por su espectacular carga tecnológica y elevada autonomía -hasta 560 km por el protocolo WLTP-.
Como no podría ser de otra forma, Tesla también debe demostrar su seguridad en los test de choque más exigentes. Y aunque ya hemos visto su buen comportamiento en diferentes pruebas como Euro NCAP, ahora le ha llegado el turno de pasar por el IIHS americano.
En primer lugar, este modelo pasa con la mejor nota posible el crash test frontal convencional, si bien lo más destacable es su seguridad en los exámenes de bajo solapamiento, donde la resistencia estructural resulta clave. Aquí, brilla por la protección a los pasajeros, y obtiene la más alta calificación en todas las áreas evaluadas, salvo las piernas del conductor que registran una valoración «aceptable».
Por otra parte, el Tesla Model 3 también se somete al durísimo crash test lateral. En este caso, el fabricante demuestra una óptima seguridad para los pasajeros delanteros y traseros del vehículo. Estos buenos resultados se repiten a la hora de evaluar la eficacia de sus reposacabezas o la resistencia del techo en un hipotético vuelco.
Asimismo, el sistema de alumbrado con LED destaca por su rendimiento y el dispositivo de prevención de colisiones frontales obtiene la calificación «superior». Por todo ello, el Tesla Model 3 se alza con el galardón Top Safety Pick+ 2019, y logra colocarse como uno de los modelos más seguros del mercado.