Los mejores todoterreno para el campo
Una vez que abandonas el asfalto, la vida está repleta de laderas, vadeos y caminos embarrados a los que no deberías enfrentarte si conduces un SUV. Por eso, hemos elaborado una lista con cinco todoterrenos que no temen a nada.
Se trata de automóviles concebidos para la conducción 4×4 que, por lo general, dejan el confort de marcha o el consumo de carburante en un segundo plano, porque su auténtico objetivo en la vida es pasar por cualquier parte. Así que si eres de los que no puede vivir sin un chasis de largueros y travesaños, una reductora o un bloqueo de diferencial, te interesará lo que viene a continuación.
Jeep Wrangler Rubicon
El Jeep Wrangler Rubicon es un vehículo que va más allá de las modas y que, generación tras generación, nace con el objetivo de ser el rey de los todoterrenos. Y puede decirse que su actual entrega, conocida como JL, lo ha conseguido.
Para ello, su gran arma es el sistema de tracción Rock-Track, que está dotado de bloqueos de diferencial delantero y trasero, así como una reductora de 4:01, que se encuentra entre las más radicales del mercado. Además, esta generación del Jeep Wrangler incorpora la caja tránsfer NV242 (la empleó el Jeep Cherokee entre 2002 y 2007), algo que le permite, por primera vez en la historia del modelo, rodar con cuatro ruedas motrices en asfalto.
Por otro lado, la desconexión eléctrica de la estabilizadora delantera, combinados con unos ejes Dana 44 muy robustos, garantizan a este Jeep unas cotas 4×4 excelentes, con un ángulo de ataque de 43,9º, un ángulo ventral de 22,6 y de salida de 37º. Por supuesto, no falta un habitáculo lavable y con desagües.
Jeep Gladiator
El Jeep Gladiator mide 5,59 metros de longitud; unos 30 centímetros más que cualquier otro pick up de nuestro mercado. Tiene dos ejes rígidos y un motor diésel V6 de tres litros asociado a un cambio automático de ocho velocidades, tracción total permanente, bloqueo interaxial y una reductora con una relación 4:1 -idéntica a la del Wrangler Rubicon-; así como neumáticos AT opcionales. Así que, desde el punto de vista técnico, es tan superior a cualquiera de sus rivales que juega, en realidad, en otra liga.
Además frente a cualquier otro pick up, emplea dos muelles helicoidales de acero para soportar el bastidor, y un conjunto de brazos longitudinales y barra Panhard (transversal) para guiar su recorrido, mientras que la receta más habitual en los pick ups, a día de hoy, son las suspensiones delanteras independientes y el eje rígido trasero guiado por ballestas, que actúan también como elemento elástico en lugar de los muelles.
Incluso su descomunal batalla no supone un problema, ya que su altura libre, de 25,3 centímetros, está medida hasta la carcasa del diferencial… pero en la zona ventral la altura es mucho mayor. Incluso así, tiene un punto débil: su dirección es menos directa que la de un Wrangler, algo que unido a su descomunal longitud, hacen que no sea especialmente ágil al maniobrar en sitios con poco espacio.
Mercedes-Benz Clase G
Nacido en los años 70, el Mercedes-Benz Clase G es toda una leyenda entre los todoterrenos y uno de los coches favoritos de los especialistas cuando se trata de superar obstáculos.
Pese a que su estética cuadrada es similar a la de su antecesor, la nueva generación de este Mercedes-Benz se ha modernizado más de lo que puede parecer a simple vista, sustituyendo el eje rígido delantero por un esquema independiente. Pero con un chasis de largueros y travesaños, tres bloqueos de diferencial y la ayuda de la reductora, su capacidad para avanzar por cualquier superficie está garantizada.
Ford Ranger Raptor
El Ford Ranger Raptor es el pick up de calle más bestia que puedes comprar y un auténtico portento sobre asfalto y fuera de él, gracias a un chasis dotado de elementos propios de la competición. Como por ejemplo, unos amortiguadores Fox de carreras, con pistones de 46,6 milímetros que marcan la diferencia con cualquier otro pick up: son tan efectivos que permiten circular a gran velocidad por pistas o dunas y mantener una gran eficacia en cualquier otro tipo de terreno.
Respecto a un Ford Ranger convencional incorpora numerosas mejoras. Por ejemplo, la altura libre de 283 milímetros -53 más que el modelo normal-; unos neumáticos BF Goodrich All-Terrain T/A KO2 en medida 285/70 R17 muy resistentes a cortes y pinchazos, o unas ballestas traseras que se han reemplazado por muelles. Por otro lado, aunque los ángulos TT están limitados por la generosa batalla y el voladizo trasero, son mejores que en cualquier otro pick up. No obstante, incorpora un plancha frontal de acero de alta resistencia con 23 milímetros de grosor y protecciones metálicas bajo el motor y la caja tránsfer.
Por supuesto, también existe la posibilidad de seleccionar distintos modos de conducción, en función del terreno en el que nos encontremos. Los modos Normal y Sport están enfocados al asfalto; mientras que los programas hierba/gravilla/nieve, barro/arena y rocas incrementan la eficacia cuando se rueda fuera del asfalto. Además, hay un modo Baja pensado para rodar por pistas a gran velocidad. En última instancia, la caja de cambios automática de 10 velocidades, permite mantener su motor diésel biturbo 2.0 EcoBlue de cuatro cilindros con 213 CV, al régimen de giro óptimo para superar obstáculos.
Land Rover Defender 90
Imagínate todas las virtudes del Land Rover Defender 110, pero con la ventaja de ofrecer una batalla de tan solo 2,58 metros de largo, unos voladizos más cortos y una mayor ligereza… Eso es lo que propone el nuevo Land Rover Defender 90, un TT tan capaz o más fuera del asfalto que los Jeep Wrangler Rubicon o Mercedes-Benz Clase G.
Pero si hay algo en lo que realmente este Land Rover marca distancias con cualquier competidor es la excelente puesta a punto de las ayudas electrónicas off road. Por ejemplo, la suspensión neumática 3.250 euros ayuda aumentar la altura de la carrocería hasta los 29,5 cm para superar los obstáculos más complejos mientras ofrece una comodidad encomiable. Por otro lado, cuenta con un diferencial trasero activo que funciona como un diferencial bloqueable (total o parcialmente) y lo hace realmente bien; por su parte, el diferencial interaxial, integrado en la tránsfer, que también se bloquea sin el concurso de su conductor.
Y como buen Land Rover, no podía faltar el Configurable Terrain Reponse, Un interfaz de modos de conducción que permite elegir entre seis escenarios (normal, vadeo, rocas, barro, hierba/grava/nieve y arena). Hay un modo automático en el que el vehículo escoge en tiempo real el programa ideal. Además, introduce cuatro programas con parámetros configurables por el conductor.
Antes de pasar al siguiente modelo, queremos resaltar dos elementos que nos encantan: el All Terrain Progress Control y el Clear Sight Ground View. El primero es un control de avance lento en situaciones de todoterreno, que maneja automáticamente el acelerador y los frenos para mantener una velocidad constante fuera del asfalto, como si se tratara de un control de crucero, pero diseñado para superar obstáculos con la mayor suavidad posible.
Por otro lado, el Clear Sight Ground View sirve de gran ayuda para mejorar la visibilidad del conductor, ya que muestra en la pantalla central una imagen de los obstáculos que encontramos bajo las ruedas, creando la ilusión óptica de un capó transparente. También hay disponible un sistema de cámaras periféricas que permiten elegir distintas perspectivas para detectar obstáculos.
Nissan Navara Off-Roader AT32
Renovado en 2020, la definición que mejor se ajusta al Navara AT32 es la de preparación extrema legalizada para circular. Al igual que el Ford Ranger, no es un todoterreno al uso, sino un pick up, preparado por el especialista Artic Trucks. Desde el punto de vista mecánico, como todos los Nissan Navara, mantiene la tracción trasera con eje delantero conectable y reductora, y puede equipar un bloqueo de diferencial trasero.
La preparación AT32 añade, además, un bloqueo de diferencial delantero Eaton (solo conviene activarlo por debajo de 20 km/h), así como unos muelles H&R combinados con unos amortiguadores Bilstein y un sistema de control de descenso de pendientes HDC que únicamente funciona con una marcha engranada.
¿El resultado? Todos estos elementos, combinados con las protecciones de los bajos, una capacidad de vadeo de 800 milímetros y unos neumáticos Nokian para uso extremo, hacen que en campo sea capaz de casi cualquier cosa que le pidas, siempre que no sea maniobrar en sitios estrechos.
Suzuki Jimny
El actual Suzuki Jimny es en realidad un vehículo comercial. O al menos desde el punto de vista de la homologación y por el hecho de tener tan solo dos plazas. En el lado negativo también hay que decir que este Suzuki puede parecer un coche de juguete, de formas cuadradas, comparado con el resto de modelos de esta noticia y que, sobre asfalto, es más ruidoso e incómodo que la mayoría de los SUV. Sin embargo, cuando la situación se pone difícil es capaz de pasar por sitios en los que cualquier todocamino tendría que darse la vuelta.
Y es que, este Suzuki tiene habilidades casi imposibles de encontrar en otros modelos: sus 3,48 metros de longitud le otorgan una capacidad excepcional para maniobrar en sitios complicados y, con un reducido peso de 1.165 kilos, puede avanzar por superficies como arena o barro con una gran facilidad.
Además, cuenta con una configuración soñada para cualquier todoterreno: un chasis de largueros y travesaños, un doble eje rígido, reductora y unas suspensiones con unos recorridos muy generosos. Por otro lado, aunque el emulador de bloqueo de diferencial delantero y trasero es electrónico, funciona realmente bien. ¿Lo mejor? Su precio es muy inferior al de cualquier vehículo con sus capacidades 4×4.
Toyota Land Cruiser
Su robustez y su eficacia a la hora de pasar por sitios difíciles, han convertido al Toyota Land Cruiser en uno de los todoterrenos más reputados. Disponible con carrocerías de 3 y 5 puertas, puede presumir de un eficaz sistema de tracción total que, en condiciones normales, envía el 60% del par al eje trasero; complementado con un diferencial trasero 100% bloqueable (en los VXL), unas estabilizadoras desconectables o el control dinámico de la conducción Multi-Terrain Select, que permite elegir entre distintos modos de conducción (rocas, barro y arena, piedras…) y el sistema de avance activo (Crawl Control) que aporta una capacidad de tracción absolutamente formidable. Además, las unidades que lo equipan también incluyen el sistema Underfloor View, que muestra lo que se encuentra bajo el coche en tiempo real.
Además, con su nuevo motor diésel 2.8 D-4D de 204 CV, capaz de desarrollar hasta 500 Nm de par en las versiones automáticas, ha ganado mucho empuje en la zona baja del cuentavueltas, algo que siempre se agradece en conducción off-road. Como ves, este Toyota es un TT con mayúsculas.