Subaru Outback 2.5 Bi-Fuel
Cuando el Subaru Outback Bi-Fuel llegó a la redacción, no tardamos en apodarlo cariñosamente como «perro verde», dado su conjunto de singularidades. Pero ser diferente no significa ser peor, y este todocamino es el ejemplo perfecto de cómo es posible fabricar automóviles con soluciones de ingeniería tan poco convencionales como acertadas.
Este Outback se fabrica en Ota, una ciudad industrial situada 80 kilómetros al noroeste de Tokio (Japón) y realiza una travesía por barco hasta el puerto de Barcelona, desde donde se traslada en camión a las instalaciones de Ferrosite, en la localidad cántabra de Renedo de Piélagos. Allí, antes de matricularse, se monta el nuevo sistema de alimentación a GLP y, paralelamente, se da formación a los mecánicos de la red de Subaru para que puedan prestar asistencia técnica y realizar el mantenimiento del sistema. Una vez que sale del concesionario, lo único que delata exteriormente que se trata de un vehículo alimentado de forma indistinta por gasolina sin plomo o por una mezcla de gas butano y propano es la inscripción Bi-Fuel en el portón. Y, a la hora de conducirlo, tampoco hay diferencias significativas.
Funciona igual que con gasolina
Cuando accedemos al interior, lo único extraño es un minúsculo pulsador negro rodeado por cinco LEDs. Giramos la llave y el Outback arranca normalmente. Al cabo de un par de minutos –cuando la temperatura del agua del motor supera los 50º– la centralita del GLP toma el control y ordena a sus inyectores que empiecen a suministrar gas a la precámara de combustión al tiempo que desconecta la centralita de gasolina. Cuatro de los LEDs que permanecían apagados se encienden, mostrando que el depósito toroidal de gas se encuentra lleno. A medida que pasan los kilómetros, estos LEDs van apagándose progresivamente mientras vemos con asombro cómo la aguja del nivel del depósito de gasolina permanece quieta. Aproximadamente después de recorrer 500 kilómetros con total normalidad, el LED que indica que nos queda un cuarto de depósito de gas comienza a parpadear –entramos en la reserva– y, 100 kilómetros más tarde, se apaga a la vez que un pitido nos avisa de que se ha conmutado la alimentación y ahora circulamos usando gasolina.
A la hora de repostar gas, la única complicación proviene de la boquilla que debemos atornillar con fuerza con la mano para que su junta tórica logre la estanqueidad necesaria. Es recomendable llevar pañuelos de papel o un trapo viejo para ayudarse, ya que esta boquilla suele quedar ligeramente engrasada tras el repostaje. A cambio de este pequeño inconveniente, tendremos entre 400 y 700 kilómetros de autonomía por unos 35 euros, mientras que, por esos mismos 35 euros gastados en gasolina, no podríamos recorrer más de 400 kilómetros, en el mejor de los casos. Así, amortizar los 2.500 euros extra que cuesta el Outback Bi-Fuel respecto al 2.5 normal llevará no más de 65.000 kilómetros. Pero, si tienes dudas, puedes ahorrarte los 2.500 euros y convertir tu Outback más adelante; el coste será similar.
Por lo demás, este Subaru es exactamente igual que el que probamos en el pasado número 127 de TodoTerreno. Su sistema motriz garantiza la tracción en campo, pero el cambio CVT está orientado –como prácticamente todo el vehículo– a favorecer el confort y el consumo antes que las prestaciones off-road y on-road. La puesta a punto del bastidor también está pensada para realizar largos viajes con la mayor comodidad, incluidos sus fabulosos amortiguadores traseros autonivelantes Tokiko.
Diferencias. El regulador de presión (1) es necesario para vaporizar el GLP, que se encuentra en estado líquido en el depósito y se inyecta en las precámaras como gas. Junto con los inyectores (2 y 3), la centralita (4), las tuberías y el cableado necesarios, es el hardware que se añade al motor para convertirlo en bi-fuel. Si agudizas mucho el oído, con el capó abierto la única diferencia acústica es la mayor sonoridad de los inyectores de gas, que tienen un claqueteo característico. Con el capó cerrado, no apreciarás nada.
Ruedas. Aunque la medida 225/60?17 nos parece correcta, las Yokohama Geolandar G95 no son especialmente resistentes ni traccionan bien en barro pese a que lleven la inscripción M+S.
Correcto. El puesto de conducción es cómodo en cualquiera de los tres acabados disponibles. El equipo multimedia opcional montado en la actualidad es de posventa, de inferior calidad al de fábrica, con una interfaz poco intuitiva y un GPS de reacciones muy lentas.
Atrás. Los respaldos pueden reclinarse y hay sitio de sobra para las piernas. La plaza central resulta más cómoda de lo habitual. La tapicería de cuero viene de serie con el acabado Limited.
Aerodinámica. El Outback no ha sido ajeno a la tendencia de montar deflectores (1) para reducir las turbulencias aerodinámicas de los neumáticos, pero Subaru los ha ubicado acertadamente justo delante de las ruedas, y no en el labio del parachoques (2), como es habitual. La tubería que lleva el gas licuado del depósito al motor ha sido protegida con una chapa plegada (3).
«Indica-pulsador». Con una pulsación, un minúsculo mando permite conmutar entre GLP y gasolina. Asimismo, este mando incorpora cuatro LEDs que nos avisan del GLP restante y otro que informa del estado del sistema.
Toroidal. Un depósito en forma de «dónut» permite almacenar 53 litros de GLP en estado líquido. Lamentablemente, sustituye a la rueda de repuesto, que se reemplaza por un kit de reparación de pinchazos, lo que puede dejarnos inmovilizados en campo. Al abrir la trampilla de rellenado del depósito de gasolina encontramos también la entrada a la válvula que da acceso al depósito de GLP. Sobre ella deberemos roscar una boquilla antes de cada repostaje.
Ficha técnica | |
Subaru Outback 2.5i Lineartronic Bi- Fuel | |
Motor | |
Tipo | Gasolina, 4 cilindros bóxer |
Posición | Delantero, longitudinal |
Distribución | 4 válvulas por cilindro. Dohc |
Cilindrada | 2.457 cm3 (99,5×79 mm) |
Alimentación | Inyección indirecta de gasolina |
Compresión | 10:1 |
Potencia máx. | 167 cv (123 kw) a 5.600 r.p.m. |
Par máximo | 229 nm (23,36 kgm) a 4.000 rpm |
Transmisión | |
Tracción | Total permanente con controles de tracción y estabilidad |
Cambio | Automático, por variador contínuo |
Embrague | Convertidor de par |
Grupo/reductora | 3,9/no |
Rel. Del cambio | En modo d: 3,525-0,558. En modo secuencial: i. 3,525; ii. 2,238; iii. 1,641; iv. 1,194; v. 0,850; vi. 0,611; m.a. 2,358 |
Chasis | |
Tipo | Monocasco |
Suspensión delantera | Independiente mcpherson con muelles, amortiguadores y barra estabilizadora |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable con muelles, amortiguadores autonivelantes y barra estabilizadora |
Dirección | |
Tipo | De cremallera, asistida |
Diám. De giro | 11 metros |
Frenos | |
Delante/detrás | Discos ventilados/macizos |
Ayudas | Abs y bas |
Dimensiones y pesos | |
Long./anch./alt. | 4.775/1.820/1.605 mm |
Batalla | 2.745 mm |
Vía del./tras. | 1.540/1.540 mm |
Peso | 1.632 kg |
Depósito | Gasolina: 65 litros. Glp: 53 litros |
Maletero | 526 litros |
Ruedas | |
Llantas | Aleación, de 17″ |
Neumáticos | 225/60-17 |
Prestaciones | |
Velocidad máx. | 198 km/h |
0 a 100 km/h | 10,4 segundos |
Consumo | |
Consumo | Gasolina: 6,7/8,4/11,3 l/100 km. Glp: 11,3 l/100km |
Autonomía | Gasolina: 773 km. Glp: 469 km. |
Emisiones co2 | Gasolina: 194 g/km. Glp: 183 g/km |
Fíjate en: El consumo medio homologado con GLP es un 34,5% superior al obtenido con gasolina, aunque en la práctica hemos medido aproximadamente un incremento del 20%. Pese a que el consumo es superior, por su composición química, las emisiones de CO2 se reducen un 6% usando GLP. Según los valores oficiales, disponemos de 1.242 km de autonomía usando los dos combustibles.
Potencia máx. | Par máximo |
SP: 162,96 CV a 6.131 rpm | SP: 217,54 Nm a 4.527 rpm |
GLP: 158,42 CV a 6.199 rpm | GLP: 210,16 Nm a 4.002 rpm |
Apenas hay diferencia entre el funcionamiento del motor con gasolina sin plomo –líneas continuas– y con gas licuado de petróleo –líneas discontinuas–. El 2,8% de potencia y 3,3% de par perdidos al usar GLP son imperceptibles al volante. En ambos casos encontramos una respuesta muy lineal, aunque algo pobre para un motor moderno de 2,5 litros y ligeramente inferior respecto a los valores oficiales. Los picos de sierra de las curvas son atribuibles al mal entendimiento de la gestión electrónica del CVT con los rodillos del banco de potencia.
La opinión
Desde el punto de vista económico, el Outback Bi-Fuel es recomendable, ya que se amortiza en 65.000 kilómetros respecto a la versión de gasolina y en 160.000 respecto al diésel. Desde el punto de vista off-road, la pérdida de la rueda de repuesto nos hace preferir los otros motores.
Fíjate en: La carrocería del Outback deriva de la del turismo familiar Legacy. Pese a que se han elevado las suspensiones, los voladizos y la batalla impiden pasar por zonas abruptas.
Equipamiento | |
Outback | |
Confort y lujo | |
Asiento conductor ajust. Eléctr. | Sí |
Asiento cond. Con memoria | Executive |
Asientos del. Calefactados | Executive |
Climatizador | Sí |
Cristales tintados | No |
Pintura metalizada | 370 e |
Radio cd mp3 | Sí |
Raíles en el techo | Sí |
Tapicería de cuero | Executive |
Techo solar eléctrico | Executive plus |
Toma de audio aux y usb | Sí |
Volante de cuero | Sí |
Volante multifunción | Sí |
Funcional | |
Acceso y arranque sin llave | Executive |
Bluetooth | Executive plus |
Cámara aparcamiento trasero | Sí |
Control presión neumátic. | No |
Control veloc. De crucero | Sí |
Faros antiniebla | Sí |
Faros halógenos | Sí |
Faros de xenón | Executive |
Indicador de marcha óptima | Sí |
Luces automáticas | Sí |
Navegador | Executive plus |
Ordenador de a bordo | Sí |
Retrovisores eléct. Calefact. | Sí |
Rueda de repuesto | No |
Sensores de luz y lluvia | Sí |
Toma de corriente de 12v | Sí |
Seguridad | |
Abs y ebd | Sí |
Airbags de cortina | Sí |
Airbags frontales | Sí |
Airbags laterales | Sí |
Alarma | No |
Control estabilidad/tracción | Sí |
Control de tracción | Sí |
Reposacabezas activos | Sí |