Cómo remolcar un todoterreno en caso de emergencia

Juan Carlos Ramírez
Juan Carlos Ramírez

Imagínate que una avería te deja tirado en mitad de un camino, lejos de la carretera. No es fácil encontrar una grúa que acceda a rodar fuera del asfalto para rescatar nuestro vehículo, así que es probable que te toque ser remolcado por otro todoterreno. Pero… ¿Es legal? ¿Es peligroso? ¿Qué precauciones debes tener?

La legislación prohíbe remolcar un todoterreno en carreteras asfaltadas, y, de hecho, nosotros lo desaconsejamos salvo en casos de extrema necesidad. El problema es que, cuando circulamos en todoterreno, en infinidad de ocasiones, las grúas no pueden acceder al lugar donde nos hemos quedado inmovilizados (o bien las aseguradoras no cubren esta prestación), problema que puede acrecentarse si te encuentras de ruta por África. De hecho, en muchos países menos desarrollados que el nuestro, directamente no existen grúas para trasladar los vehículos accidentados o averiados, y por eso es relativamente habitual el hecho de remolcar un vehículo por asfalto; al fin y al cabo, no hay otra forma de desplazarlo hasta un taller.

El caso es que, si no te quedas averiado lejos del asfalto y tu todoterreno no puede moverse por sus propios medios, no va a quedarte más remedio que remolcarlo, al menos hasta llegar al asfalto.

Esto fue lo que nos ocurrió durante una expedición que realizamos en Guinea. En este país prácticamente no hay carreteras, y tuvimos que remolcar un vehículo por los caminos de la selva durante los 350 kilómetros que nos separaban de la frontera con Senegal.

Una buena medida de precaución en estos viajes consiste en llevar una barra de remolque, que podemos adquirir en tiendas de accesorios o incluso fabricar nosotros mismos.

barra de remolque

En el caso de llevar una barra, debemos tener en cuenta dos consideraciones. La primera es que la barra sea telescópica, para poder transportarla con facilidad en el interior del vehículo, y la segunda es que los vehículos deben disponer de los anclajes necesarios, tanto delante como detrás.

A hora de la verdad, lo más probable es que no dispongamos de barra de remolque y tengamos que recurrir a la consabida eslinga con sus correspondientes grilletes, accesorio que nunca debe faltar en un vehículo todoterreno.

Si realizamos un viaje fuera de nuestro país, debemos al menos disponer de los recambios necesarios para que el vehiculo pueda rodar sobre sus propios ejes, situación que nos permitirá ser remolcados. Por tanto, debemos llevar al menos rodamientos de recambio y los retenes correspondientes.

En nuestro caso, la inmovilización se debió a una rotura de la cadena de la tránsfer. El vehículo podía rodar y, además, el motor podía girar, con lo cual disponía de asistencia en los frenos, dirección asistida, recarga de la batería y aire acondicionado, un punto a tener en cuenta cuando la mayor parte del día estás por encima de 35º.

Manos a la obra

Todoterrenos en barro

A la hora de remolcar un vehículo, es muy importante la diferencia de peso a favor del vehículo tractor, algo que facilita enormemente la tarea. La eslinga debe tener al menos diez metros para que el vehículo remolcado tenga visión suficiente para trazar las curvas, sortear las piedras y, eventualmente, frenar.

La eslinga debe estar siempre tensa para evitar tirones entre ambos vehículos, lo que puede conllevar, en recorridos largos, un calentamiento y desgaste acusado de los forros de los frenos.

Si la eslinga no esta tensa, puede ocurrir que se enrede en el eje delantero del vehículo remolcado. Si esto sucede, es probable que termine por dañar alguno de los latiguillos de freno y, en consecuencia, nuestros problemas se duplicarán.

Para evitarlo, hay que tener la eslinga siempre tensa, pero por si se destensa en algún momento y llega a enredarse en el eje delantero, conviene que el gancho de remolque esté en el centro del vehículo. Si no es así, podemos colocar un elemento elástico que centre la eslinga cuando está destensada. Tirar desde el centro del vehículo tiene además ventajas dinámicas. Los esfuerzos se distribuyen de forma más homogénea en el bastidor tanto del vehículo tráctor como del remolcado, no será necesario actuar tanto sobre la dirección, e incluso se reducirá algo el consumo del vehículo tractor.

Como medida de seguridad debemos dar las luces y circular a una velocidad moderada, normalmente entre 15 y 20 kilómetros por hora. Con una barra podríamos llegar hasta los 30 km/h. Parece poco, pero puede reducir a la mitad el tiempo del desplazamiento.

La comunicación entre los conductores de ambos vehículos debe ser total, para que el vehículo tractor se detenga lo antes posible a requerimientos del piloto del vehículo remolcado. Esto nos permitirá actuar rápidamente en situaciones como, por ejemplo cuando la eslinga se enrolla en el eje, una curva abordada de forma incorrecta o si hay piedras en el camino que debamos sortear.

Si los vehículos disponen de radio tipo CB, será de gran ayuda para facilitar la comunicación. Sin embargo, es mas rápido convenir una señal, un toque de claxon, para que se detenga el vehículo tractor.

Si pasamos por aldeas, deberemos circular especialmente despacio para evitar ocasionar un accidente, y avisar con luces y claxon para ser vistos. Y, ante todo, hay que tener paciencia y tomarse las cosas con calma; estamos en una situación crítica, susceptible de ir a peor.

Qué dice la Ley

remolcarcoche

El artículo 130 del Reglamento General de Circulación establece que «el remolque de un vehículo accidentado o averiado solo deberá realizarse por otro específicamente destinado a este fin. Excepcionalmente, y siempre en condiciones de seguridad, se permitirá el arrastre por otros vehículos, pero solo hasta el lugar más próximo donde pueda quedar convenientemente inmovilizado y sin entorpecer la circulación. En ningún caso será aplicable dicha excepción en las autopistas o autovías».

Así que ten en cuenta que, si incumples la norma, puedes ser sancionado. Para evitarlo, asegúrate de que en la póliza del seguro de tu vehículo esté contemplado su rescate en caso de siniestro.