Prueba TT Usado

Toyota RAV4 LWB 2.0 16 V (1996)

Juan Carlos Ramírez
Juan Carlos Ramírez


En 1994, el primer RAV4 fue una arriesgada apuesta de Toyota por lanzar un puente entre los todoterrenos puros y los turismos de la época. Se trataba de un concepto innovador que dio origen a una exitosa saga. Las pocas unidades de la primera generación que puedes encontrar en el mercado de ocasión hacen que sea difícil hacerse con uno en buen estado, pero si lo consigues, merece la pena.

El nombre RAV4 nació como acrónimo de «Recreational Activity Vehicle 4 wheel drive» (vehículo con cuatro ruedas motrices para actividad recreativa), lo que dejaba claras sus intenciones desde que fue presentado como prototipo. Su primera generación era un vehículo que, sin llegar a ser un auténtico todoterreno, podía adentrarse por pistas y caminos con cierta soltura, además de resultar muy adecuado para áreas de climatología adversa; léase zonas de pluviometría elevada o regiones montañosas asiduamente nevadas. Es, sin duda, el precursor de los actuales todocaminos.

Toyota RAV 4 1996

La carrocería, de tipo autoportante, incorpora refuerzos estructurales que le permiten gozar de una rigidez acorde a sus posibilidades en campo. Inicialmente fue lanzado con una más compacta «caja» de tres puertas, pero posteriormente la practicidad acabó primando sobre el aspecto lúdico, y la carrocería larga estuvo conviviendo con la corta hasta 2005, momento en el que un cambio de modelo acabó finalmente con las variantes de tres puertas.

Fotos del Toyota RAV4, 1ª generación (1995-2000)

El propulsor es un casi indestructible tetracilíndrico de gasolina, de dos litros de cilindrada, bloque de hierro, inyección electrónica multipunto y distribución mediante cuatro válvulas por cilindro. Si no lo apuramos, se conforma con menos de diez litros a los cien, y ofrece una respuesta suficiente para el peso del vehículo, si bien su rendimiento en las inmediaciones del ralentí resulta escaso.

La tracción es permanente a las cuatro ruedas, con bloqueo manual del diferencial central y sin reductora. La caja de cambios, de cinco velocidades, cuenta con una primera un poco más corta de lo habitual para un turismo, situación que le ayuda en campo. No obstante, no hubiera venido mal que fuera un poco más corta, acompañada de una segunda en la misma línea.

Parte de la «magia» del vehículo es que su dirección, de cremallera, con asistencia hidráulica, es rápida y ofrece el mismo tacto que encontramos en los turismos japoneses de la época. Esto contribuye a que nos sintamos a los mandos de un turismo, alejándonos del tacto «industrial» de los todoterrenos de la época.

Toyota RAV4 1996 interior

Por su parte, los frenos de disco delante y tambores detrás dejan claro que no es un vehículo para correr por asfalto, por más que supere los 160 km/h. La suspensión delantera de tipo McPherson es otro argumento para dotar al RAV4 de un marcado acento de turismo, y lo mismo ocurre con el sistema multibrazo del eje posterior, todo un «lujo» en una época en la que los turismos compactos equivalentes solían conformarse con brazos tirados y ejes torsionales, poco compatibles con los necesarios palieres que transmiten par a las ruedas traseras.

En ambos trenes motrices, no vendría mal un poco más de robustez a la hora de utilizar el vehículo de forma intensiva fuera del asfalto, situación a la que, sin duda, invita el concepto general del vehículo.

Interior amplio y funcional

Ya en el interior, comprobamos que nuestro recuerdo de este vehículo era acertado. Su habitabilidad es suficiente para cuatro adultos, que además pueden disponer de un maletero de 400 litros; una cifra muy competitiva en la época que resulta suficiente para un uso lúdico y de ocio. Los plásticos y los diversos guarnecidos, austeros, muestran un aspecto envejecido, aunque todo se encuentra en su sitio, lo que no está mal para un vehículo con casi 20 años de uso intensivo a sus espaldas.

No podemos pensar, eso sí, que vamos a disfrutar del equipamiento o el confort acústico de un automóvil moderno. Sí disponemos de un eficaz sistema de aire acondicionado e incluso contamos con elevalunas eléctricos en las cuatro puertas.

Con el motor en marcha, nos encontramos con un vehículo que ofrece el tacto y las prestaciones de un turismo, con muy buen comportamiento en asfalto, especialmente sobre firmes deslizantes y en mal estado, gracias a la motricidad que proporciona su tracción total permanente. Es además muy divertido en carreteras de montaña. Además, el propulsor sube bien de vueltas, y acompaña a la hora de rodar ligero. En la jungla urbana, se desenvuelve como pez en el agua; se muestra ágil y fácil de aparcar.

Toyota RAV4 1996

En campo va de maravilla sobre pistas y caminos en buen estado. Cuando los caminos se complican, su altura libre y el tamaño de sus neumáticos comienzan a alejarle de un auténtico todoterreno y ponen freno a unas posibilidades que parecían no tener fin. A medida que aumentan las dificultades, acusaremos los escasos recorridos de suspensión (especialmente en extensión), superiores a los de un turismo pero inferiores a los de un auténtico todoterreno, y terminaremos por darnos cuenta de que no se trata de un vehículo extremo. Eso sí; después de haber dejado el listón muy alto.

No es fácil encontrar unidades en buen estado en el mercado de ocasión, pero es un vehículo sumamente interesante para todos aquellos que deban moverse por el mundo rural y para aquellos que necesitan un vehículo para el tiempo de ocio sin necesidad de tener que recurrir a un todoterreno con todas las letras.

Mejoras en campo

El RAV4 es un vehículo de escasa altura libre y bajos poco protegidos. Todo ello nos lleva a prestar especial atención a proteger los bajos. Lo mejor es blindarlos con chapas de duraluminio de al menos seis milímetros de espesor. No se trata de proteger esto o aquello, sino de blindar la totalidad de los bajos.

Los neumáticos son otro punto donde tendremos que mejorar, dado que los originales son de carretera, y tampoco está de más aumentar el tamaño de las ruedas para ganar altura y capacidad de rodadura, si bien el motor se vendrá abajo con más facilidad en las zonas trialeras.

Cronología del Toyota RAV4

  • 1933. Nace Toyota Motor Corporation.

  • 1951. Se lanza su primer 4×4.

  • 1989. Presentación d el prototipo del RAV4 (XA10) en el Salón de Tokio.

  • 1994. Sale al mercado el RAV4 tres puertas.

  • 1996. Se incorpora una versión de cinco puertas.

  • 1998. El XA10 recibe una ligera renovación.

  • 2001. Sale al mercado la segunda generación (XA20).

  • 2005. Se lanza la tercera entrega (XA30).

  • 2012. Aparece la cuarta generación (XA40).

  • 2018. Nace el quinto y actual RAV4 (XA50).

Toyota Rav4 LWB 2.0i 16v. Ficha técnica

Toyota RAV4 1996 motor

Motor

Tipo: Gasolina, 4 cilindros en línea, 16 válvulas

Cilindrada: 1998 cm3

Alimentación: Inyección indirecta

Potencia Máxima: 129 CV a 5.600 r.p.m.

Par Máximo: 195 Nm a 4.600 r.p.m.

Transmisión

Tracción: Total permanente, con bloqueo manual del diferencial central

Cambio: Manual, 5 velocidade

Frenos

Delanteros/Traseros: Discos ventilados / tambores

Dimensiones y pesos

Largo / ancho / alto: 4.110 /1.690 / 1.660 mm

Masa en orden de marcha: 1.175 kg

Prestaciones

Velocidad Máxima: 166 km/h

Consumo medio: 9,5 litros/100 km

Cotas

nuevo esquema de cotas tt 2

Altura libre (AL) 20 cm
Ángulo de ataque (ºA) 35º
Ángulo de salida (ºS) 40º
Ángulo ventral (ºV) 30º (150º)
Profundidad de vadeo (PV) 30 cm

 

 

Toyota RAV4