La DGT recomienda la colocación del distintivo medioambiental en un lugar visible del vehículo. Propone que se ubique en el margen inferior derecho de la luneta delantera, pero no lo dicta como obligatorio. Ante esta libertad, por la calle se puede ver casi de todo.
El distintivo medioambiental de la DGT ha dejado de ser la excepción para ser la norma en el parque móvil español. Pese a que su colocación es opcional según la propia DGT, hay Ayuntamientos que lo exigen –la normativa de movilidad de Madrid lo exige-.
Pese a que la mayoría de vehículos tienen bien colocado el distintivo, hay casos en los que su disposición es cuanto menos sorprendente. Aquí mostramos cinco ejemplos curiosos de como se ha adherido la pegatina de la DGT:
1.- Con la letra y el código al revés
La etiqueta de la DGT tiene una forma concreta de ser pegada. El logo y el código de barras deben quedar en la parte inferior, y la letra se debe leer de manera correcta desde el exterior del vehículo. Se pueden ver casos en los que acaba dada la vuelta
2.- En la parte inferior derecha… pero ¿por dentro o por fuera?
La DGT en su página web recomienda que se adhiera en «el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero«. No especifica si ha de ser al observarlo por dentro o por fuera del vehículo. Esta imprecisión puede dar pie a la confusión.
3.- «En el margen derecho»
Para colocar la etiqueta se requiere un mínimo de tiempo. Lo aconsejable es hacerlo sin prisa y estando en el asiento del copiloto. Si se hace con premura y desde el puesto de conducción, es posible que no se alcance el margen inferior derecho con soltura.
Si la etiqueta queda pegada en un lugar céntrico de la luneta delantera puede entorpecer a la visión durante la conducción, lo que compromete la seguridad vial.
4.- Pegada por el otro lado
El distintivo de la DGT es una pegatina inversa. Es del mismo tipo que las de la ITV. La parte que ha de observarse desde el exterior -la de color más intenso- es también la que contiene el pegamento adhesivo.
La parte trasera -de un color más blanquecino – tiene un pequeño poder adherente al ser la que se pega en el folio en el que se compra, pero no es la parte correcta por la que se ha de colocar.
Esto, que en cierto modo va de la mano de la lógica a la hora de colocar pegatinas, hace que se observen casos de distintivos medioambientales colocados por el lado más incoloro.
5.- En cualquier lugar visible del vehículo
El apartado de la web de la DGT en el que se determina el lugar en el que se debe colocar la etiqueta, acaba diciendo «en su defecto, en cualquier sitio visible del vehículo.»
Esto deja abierto un margen muy amplio para la adhesión del distintivo medioambiental, y, en la calle, se pueden encontrar localizaciones distintas a lo ordinario.
6.- En la luneta trasera
La etiqueta de la DGT se puede observar colocada de muchas maneras en la parte frontal de los vehículos. Al poderse adherir en «cualquier parte visible«, también es posible estamparla en la luneta trasera.
Estos casos son poco habituales, pero en la calle se pueden observar coches que tienen el distintivo medioambiental en la luneta trasera. Al igual que en la delantera, es importante que se haga en el margen y en un lugar en el que no entorpezca la visión durante la conducción.