Hay mucha gente a la que le gusta viajar, sin embargo, los tipos de viajes difieren mucho. Ahora que es temporada alta, no todo tiene por qué ser en un hotel a pie de playa. Otros prefieren hacer una ruta elaborada por ellos mismos a bordo de una caravana. Destinados a estos últimos, traemos varios consejos para que tengan unas vacaciones inolvidables en su ´hotel con ruedas´; y es que las consideraciones inherentes a estos desplazamientos son muy diferentes a las de uno convencional. Ahí van:
- Comprueba que los papeles están en regla: Al fin y al cabo, una caravana no deja de ser un vehículo, por lo que es necesario que te asegures que la documentación se encuentra al día y que tienes todo lo necesario. Lo esencial son el pago del impuesto de circulación, el recibo del seguro, la ITV pasada y la tarjeta con las características técnicas. Además, cerciórate de que llevas los triángulos de emergencia, los chalecos reflectantes y las herramientas -y/o rueda- por si sufres un pinchazo.
- Revisa el estado de la caravana: Como ocurre con el punto anterior, una caravana necesita estar en perfecto estado de revista para trabajar. Por eso, antes de emprender tu camino, tendrás que echarle un vistazo a elementos como los líquidos, los neumáticos, los frenos o el sistema de alumbrado.
- Asegúrate de que puedes conducirla: Si el peso del remolque es inferior a 750 kg, no tendrás problema. No obstante, si entre el coche y el remolque pesan entre 750 y 4.250 kg necesitarás el permiso B96, entre 4.250 y 7.000 kg el B+E, y si entre ambos pesan más de 7.000 kg necesitarás el B+E -de camión-.
- Elabora la ruta: Si vas a salir de España, conviene que antes de empezar tengas bien estudiado el camino a seguir. Esto no quiere decir que no te puedas desviar y emprender una aventura, pero revisa las normas de circulación de los otros países, los peajes, dónde podrás repostar y dónde podrás estacionar legalmente para dormir.
- El equipaje, condensado: Ten en cuenta que no vas a un hotel, por lo que cuanto menos peso lleves, mejor. Además, la ropa deberá ser cómoda dadas las horas que pasarás en el habitáculo del vehículo, y recuerda: el agua nunca sobra, tanto para la caravana como para los ocupantes.
- Échale un vistazo a tu coche y conduce diferente: Podría ser que tu coche no fuese apto para transportar una caravana: tendrás que comprobarlo en la ficha técnica -normalmente se puede remolcar la mitad del peso total del coche-. Igualmente, ten en cuenta que llevas mucho peso detrás, lo cual te obligará a ir mucho más despacio, guardar una mayor distancia de seguridad y adelantarte a las reacciones del conjunto que conduces.