Comprueba el líquido refrigerante
Este líquido ejerce de refrigerante y de anticongelante a la vez, aunque sus propiedades se ven mermadas con el uso. Si su color se mantiene vivo -los hay de diferentes tonos-, todavía será eficaz; sin embargo, si presenta un color más apagado, es la hora de cambiarlo, pues se habrá deteriorado por los residuos del circuito o por haberse mezclado con agua desionizada.
Levanta los limpiaparabrisas
Si tu coche pasa la noche fuera de un garaje puedes evitar que las gomas de los limpiaparabrisas se queden pegadas al cristal simplemente levantándolas antes de montarte en el vehículo. En caso contrario, es posible que ciertas partes del limpiaparabrisas se rompan.
Revisa la calefacción
Los residuos que acumula la calefacción con el tiempo son numerosos, por eso es muy importante comprobar el correcto funcionamiento del sistema cada cierto tiempo. El radiador de la calefacción es muy pequeño y cualquier tipo de suciedad podría obstruirlo.
Compra accesorios para invierno
Con la llegada del frío conviene llevar en el interior del vehículo una serie de elementos propios del invierno. Entre ellos son especialmente útiles una linterna, una rasqueta de plástico para eliminar el posible hielo acumulado en la luna, una manta y unas cadenas si se va a circular por zonas nevadas.
Échale un vistazo a la batería
La batería es una de las piezas que más sufren con las temperaturas frías. De hecho, algunas podrían descargarse por completo y no poder recuperarse. Generalmente pierden efectividad entre los 4 y los 6 años, por lo que si es de esa antigüedad es recomendable prestar especial atención y, al menor síntoma de descarga, cambiarla para evitar quedarse tirado.
No olvides la luneta térmica
Es posible que el fusible encargado de la luneta térmica trasera no se encuentre en perfecto estado; por ello conviene saber si su funcionamiento es correcto antes de necesitar de sus servicios en pleno viaje. En este caso, si no cumpliese su función se podría perder la visibilidad trasera. Si el problema no fuera un fusible fundido será necesario llevar el coche al taller.
Calienta el motor al ralentí
Conviene, al arrancar el coche por la mañana, esperar unos pocos minutos antes de emprender la marcha. Esto es necesario para que los fluidos principales alcancen una temperatura mínima y así trabajen mejor. Si estuviesen fríos, algunos componentes del motor podrían ser dañados -el turbo es especialmente sensible en estos casos-.
Recarga el aire acondicionado
El circuito de aire acondicionado deberá estar con el gas cargado en todo momento ya que se convierte en un aliado fundamental a la hora de eliminar el vaho de las lunas del automóvil, una situación bastante convencional en invierno.