El nuevo servicio de Uber, UberX, ya está oficialmente disponible en Madrid, a donde llega después de que se prohibiese su anterior modalidad, UberPOP. Para diferenciarse de ella y adaptarse a la legislación vigente, los conductores de Uber ahora deberán poseer una licencia VTC, algo que ya se utiliza en otras aplicaciones de transporte colaborativo como Cabify. Así, UberX pone en contacto a usuarios y conductores a través de su aplicación.
El modelo con licencias VTC se presume indispensable para garantizar la calidad del servicio y la seguridad. No obstante, la aplicación de momento solo estará disponible en Madrid con unos 1.500 coches debido a la baja disponibilidad de las autorizaciones VTC: una por cada treinta licencias de taxi. Por ello y por la alta demanda, desde Uber afirman que el mercado potencial de la capital es demasiado grande para tan pocos vehículos, y pone de ejemplo Londres o París, en donde hay 25.000 y 12.000 conductores, respectivamente.
De este modo, la aplicación ha dividido Madrid en dos zonas, una dentro de la almendra de la M-30 -y el aeropuerto- y otra dentro de la zona de la M-40. La primera es la llamada de ´alta disponibilidad´, mientras que la segunda es de ´disponibilidad limitada´. En cualquier caso, se podrá viajar fuera de estas fronteras -a poblaciones como Getafe o Coslada-, pero nunca solicitar un vehículo desde allí como punto de partida. Los coches, que serán de gama media-alta, tardarían un tiempo de entre tres y siete minutos en estar en el lugar de inicio.
Las tarifas, por su parte, serán de 0,10 euros por minuto y 1,20 euros por kilómetro y, según responsables de Uber, los precios bajos permitirán beneficiarse a los usuarios por el hecho de pagar menos y a los conductores, ya que éstos garantizan una actividad continua. En cuanto a la tarifa mínima, ésta será de cinco euros, la misma cuota de penalización por cancelación de un servicio. Además, en la web de la aplicación tienen un calculador de tarifas aproximadas en función del origen y el destino.
Igualmente, Uber presume de ser una empresa tecnológica, ya que permite al usuario reproducir en el vehículo su propia música de su cuenta de Spotify, compartir con su smartphone el recorrido y la hora de llegada, pagar con PayPal y dividir el precio entre varios pasajeros. Asimismo, los conductores tienen a su disposición unos mapas dinámicos predictivos que les revelan dónde hay más posibilidades de encontrar un servicio.
Por último, desde Uber se considera que hay mercado suficiente para taxistas y para los coches de Uber, y que generarán aproximadamente unos 6.000 puestos de trabajo. Y como muestra de confianza en su negocio, el único descuento que harán será de diez euros para gastar en la aplicación a cualquier usuario que invite a un amigo a ésta.