Las aventuras de Citroën.
Pariss-Kabul, a bordo del 2 CV.
Las aventuras de Citroën.
André Citroën se convirtió en el patrocinador del Crucero Negro y el posterior Crucero Amarillo.
Las aventuras de Citroën. Crucero Amarillo.
Los Citroën Kégresse atravesando el desierto de Gobi.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën. El Crucero Amarillo.
Las aventuras del Crucero Negro y el Crucero Amarillo obligaban al Citroën Kégresse a circular por pistas imposibles y a sortear “pequeñas trialeras”.
Las aventuras de Citroën. El Crucero Amarillo.
El frío y una tensión excesiva en las cadenas provocaban la rotura de las bandas de rodadura, lo que retrasaba al grupo chino, al gastar los repuestos. Era el año 1931 y se pretendía llegar a Pekín por la antigua Ruta de la Seda con los Citroën Kégresse.
Las aventuras de Citroën.
El Crucero Amarillo supuso un traspaso de las barreras de la aventura, convirtiéndose en una misión diplomática y científica, implicando incluso a los ministerios franceses de Asuntos Exteriores, Bellas Artes, Marina, Correos y Telégrafos, sociedades geográficas, museos y al propio gobierno chino.
Las aventuras de Citroën.
El Crucero Amarillo a su llegada a Pekín.
Las aventuras de Citroën. Recorrido del Crucero Ne
La idea llevada a la práctica por Haardt para el Crucero Negro fue dividir la columna de la expedición en cuatro grupos pequeños, los cuales realizarían rutas alternativas para volver a reunirse todos a la orilla del Océano Índico para de ahí cruzar a “La Gran Isla”, Madagascar.
Las aventuras de Citroën. Crucero Negro.
La idea llevada a la práctica por Haardt para el Crucero Negro fue dividir la columna de la expedición en cuatro grupos pequeños, los cuales realizarían rutas alternativas para volver a reunirse todos a la orilla del Océano Índico para de ahí cruzar a “La Gran Isla”, Madagascar.
Las aventuras de Citroën.
Cartel oficial del Crucero Amarillo.
Las aventuras de Citroën.
Cartel oficial del Crucero Negro.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
El Crucero Amarillo supuso un traspaso de las barreras de la aventura, convirtiéndose en una misión diplomática y científica, implicando incluso a los ministerios franceses de Asuntos Exteriores, Bellas Artes, Marina, Correos y Telégrafos, sociedades geográficas, museos y al propio gobierno chino.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
Más difícil todavía. La idea llevada a la práctica por Haardt para el Crucero Negro fue dividir la columna de la expedición en cuatro grupos pequeños, los cuales realizarían rutas alternativas para volver a reunirse todos a la orilla del Océano Índico para de ahí cruzar a “La Gran Isla”, Madagascar.
Las aventuras de Citroën.
Las aventuras de Citroën.
Raid Berlingo, 1997
Las aventuras de Citroën.
Los artífices de la aventura. George Marie Haardt (izquierda) y Louis Audoin-Dubreuil (derecha) fueron los encargados de planificar, estudiar y crear las rutas por África.