El novedoso C4 será el modelo que, desde ahora, represente a Citroën en el segmento de los compactos y que sustituye al exitoso Xsara -comercializado desde 1997-. Con él, la marca francesa tiene un claro objetivo: recuperar el liderazgo de ventas absoluto en el mercado, algo que en los últimos meses ha sido -coto privado- del Renault Mégane. Para ‘destronar’ a su compatriota, en Citroën han creído oportuno -imitar- en muchos aspectos al Mégane. Por eso, no resulta extraño que su diseño sea mucho más atractivo que el del Xsara, que ofrezca de serie infinidad de detalles de equipamiento -aunque no todos sean muy prácticos, como el ambientador integrado- gadgets, y que cuente con una gama de motores y acabados muy amplia -aunque sin llegar a los extremos de su oponente-. Sin embargo, el nuevo C4 no llega a ser una referencia en… casi nada. Muchos de sus rivales le ganan en maletero, algunos tiene motores más brillantes -como el Opel Astra-, otros le superan por comportamiento -Ford Focus-… Sin embargo, hay un apartado -el más importante en la compra-, en el que ninguno puede hacer frente al C4: el precio. No existe en el mercado un compacto turbodiesel similar que cueste menos; ¿el motivo? Este Citroën dispone de 2.500 – de descuento. Nos hemos centrado en el C4 1.6 HDI de cinco puertas, que será el más vendido y equilibrado de la gama.