El domingo 20 de octubre de 2013 pasará a los anales del automovilismo deportivo por haberse disputado las «6 Horas de Fuji»; la que, posiblemente, sea la carrera de resistencia más corta de la historia.
El trazado japonés se vio afectado por el paso de un tifón en los días precedentes y durante el find e semana las lluvias fueron incesantes. Las secuelas del tifón dejaron impracticable la pista de Fuji, pese a lo cual los organizadores decidieron sacar los coches a pista e iniciar la prueba tras el safety car.
Hasta en dos ocasiones Gerard Neveu, Director de Carrera, intentó dar la salida real, pero las condiciones no habían mejorado lo suficiente y no había previsión de que lo hiciera, por lo que en la vuelta 8 decidió detener la prueba con bandera roja.
Lo normal, ante estas circunstancias es que la victoria hubiera sido para el Audi de Lotterer, Treluyer y Fassler, que había conquistado la pole, pero tuvo un problema con las válvulas neumáticas del motor y debió parar en boxes. El Toyota de Davidson, Buemi y Sarrazin, segundos en la parrilla, podrían haberse aprovechado de esta circunstancia, pero sus mecánicos tardaron cinco segundos más de lo permitido en completar el repostaje en la parrilla y fueron obligados a salir de box. Estos incidentes la victoria en bandeja al otro Toyota pilotoado por Wurz, Lapierre y Nakajima, justo por delante del Audi de Kristensen, Duva y McNish y el Lola-Toyota de Belicchi y Beche.
La organización decidió repartir la mitad de puntos y darlos a todos los pilotos, aunque la mayor parte de ellos no habían tenido tiempo ni de subirse a los coches.
La presencia de la lluvia torrencial no es nueva en Fuji. Dos grandes premios de Fórmula 1 se vieron afectados gravemente por esta circunstancia. El primero en 1976, cuando James Hunt y Niki Lauda se jugaban el título, y, luego, en 2007, cuando la salida debió darse también tras el safety car, disputándose la carrera en condiciones dantescas.