
Como no podía ser de otra manera en el día 13 de enero, la suerte abandonó definitivamente a Carlos Sainz y Lucas Cruz. Esta vez no fueron minucias como quedar encallados o perderse por tierras argentinas. Ayer, en la etapa entre Chilecito y San Juan, rompieron la suspensión delantera derecha, y eso les acarreó un déficit respecto al ganador al terminar la etapa de… ¡¡¡una hora, 14 minutos y 50 segundos!!! Posición decimocuarta y un tiempo casi imposible de recuperar a Al-Attiyah a estas alturas -quien, para rematarlo, venció sin grandes dificultades-.
Todo iba muy bien en el primer sector cronometrado, en el que Sainz sacó a Al-Attiyah 1 minuto 24″. Pero más adelante, en el kilómetro 411, Sainz se echó a la izquierda para adelantar al qatarí, sin tener en cuenta que el libro de ruta señalaba allí un enorme agujero que, para rematarlo, alcanzaron en plena frenada, con lo que las vibraciones ante semejante bache fueron si cabe más grandes. Si en la anterior etapa esperaron la ayuda de un de Villiers que nunca llegó, esta vez al menos su comapañero Mark Miller sí se detuvo a arreglar los desperfectos. A pesar de ello, tuvieron que correr hasta la meta con sólo tres frenos operativos.
El resultado final de la etapa quedó como sigue: Nasser Al-Attiyah ganó con un tiempo de 4 horas 17 minutos y 27″, seguido a tan solo un minuto 13″ por Peterhansel, con de Villiers tercero, a 4´52″ del favorito para el triunfo final. Y es que poco puede hacer de Villiers para recortarle más de 5o minutos a tan poco del final del Dakar 2011…
La rabia se lee entre líneas en las declaraciones de Sainz: «Le estábamos recuperando tiempo a Nasser, rodábamos muy cerca de él esperando la mínima oportunidad para adelantarle. Pero en una zona de peligro dos, en pleno polvo, hemos cogido un agujero y se ha roto la suspensión. Queríamos recuperar el máximo tiempo posible, pero adelantar en medio de tanto polvo es imposible».
Tan grande es la diferencia que hasta Giniel de Villiers les ha adelantado en la general para colocarse segundo. Sainz ya está resignado a perseguir la tercera posición como mucho, y a completar el triplete Volkswagen. Pero Sainz lamenta tener que conformarse: «Vinimos a ganar el Dakar; quedar segundos o terceros no me preocupa».
Pero esta no es la peor noticia que llega desde la prueba. Recientemente se ha confirmado que el agricultor argentino Marcelo Reales perdió ayer la vida tras un accidente con un competidor del Dakar, convirtiéndose en la primera muerte del Dakar 2011 y la cuarta desde que el rally se disputa en Sudamérica.
Sucedió al final de la décima etapa: El Toyota Hilux de su compatriota Eduardo Amor chocó violentamente contra el pick-up que conducía Reales, prácticamente partiéndolo en dos. Amor simplemente se dirigía a la salida de la jornada de ayer mediante un tramo de enlace. Reales hablaba con los médicos que le atendieron en el lugar y tenía fracturadas las dos piernas, pero contra todo pronóstico finalmente ha fallecido en el hospital, por lo que debía tener lesiones más graves no detectadas.
Tampoco Marc Coma tampoco tuvo demasiada suerte en la categoría de motos. Por una vez, cedió la victoria a Cyril Després, pero mantiene un margen de más de 15 minutos en la clasificación general.