Alemania quiere prohibir la venta de coches no eléctricos a partir del 2030

Todos los coches nuevos matriculados dentro de 14 años en el país germano deben estar libres de emisiones si se quiere cumplir con el objetivo de reducción de la contaminación.


El uso del coche 100% eléctrico, aún en fase de adaptación en muchos de los países de la Unión Europea, vuelve a ser un motivo de preocupación para Alemania, el corazón de la industria del automóvil en Europa. El país germano, siguiendo los pasos de Holanda o Noruega, que ya están en proceso de prohibir la venta de coches no eléctricos a partir de 2025, se une al lema «emisiones cero» y, en boca de un alto cargo del Gobierno alemán, plantea la obligatoriedad de que todos los coches que se vendan a partir de 2030 sean eléctricos. Es decir, Alemania dejaría de vender coches que no sean eléctricos a partir de ese año.

Rainer Baake, Secretario de Estado de Energía en Alemania, también dejó clara su idea en el último foro sobre el cambio climático: «El compromiso de Alemania de cortar las emisiones de CO2 entre un 80 y un 95 por ciento para 2050 es inalcanzable a menos que el país reduzca radicalmente la polución producida por el transporte». El propio Bakker confirmó que el gobierno tiene ya sobre la mesa la prohibición de venta de coches no eléctricos en 2030: «Esa es la fecha tope para que, teniendo en cuenta que los coches tienen una vida útil de unos 20 años, lleguemos en óptimas condiciones a 2050»

Las medidas del gobierno alemán ya se están planteando de cara a un futuro con cero emisiones por parte de los coches que recorran las calles o carreteras de cualquier ciudad o pueblo germano. Este mismo abril, el gobierno de Ángela Merkel anunció un programa de estímulo del coche eléctrico de mil millones de euros. Una iniciativa seria, pero insuficiente porque según las propias estimaciones del Ministerio de Medioambiente este programa no podría, por sí solo, conseguir los objetivos marcados para 2050.

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