
No hace tantos años que Audi presumía de ganar año tras año las 24 Horas de Le Mans con un motor turbodiesel, algo que parecía antinatural en cualquier competición automovilística. Ahora, con el desembarco de Toyota en las Le Mans Series, la moda es demostrar de qué son capaces con motores híbridos. Pero Nissan ha decidido adelantarse a sus rivales presentando el Deltawing, un bólido que rompe con todo lo visto hasta ahora en las carreras de resistencia.
El Nissan Deltawing no pertenece a ninguna categoría: No correrá ni en la LMP1, ni en la LMP2... Para estos vehículos inclasificables, la organización de Le Mans reserva el box 56. Los coches que toman la salida desde allí han sido invitados por la organización porque no se ajustan a ningún reglamento técnico.
La idea de la que nace el Deltawing es sencilla: Su motor 1.6 en posición trasera -¡¡¡el mismo que el del Juke más deportivo!!!- sólo tiene una potencia de 300 CV -menos de la mitad que un prototipo de la LMP1-, pero a cambio también pesa la mitad. Sus responsables quieren demostrar que el rendimiento del Deltawing estará en algún lugar entre el de los prototipos de la categoría LMP2 y los de la LMP1. De conseguirlo, la gran ventaja de optar por el camino del Deltawing -menos potencia pero más ligero- será su menor consumo de combustible y menor desgaste de los neumáticos.
Pero hay más en este concepto: Al poder reducir tanto la superficie frontal, su coeficiente aerodinámico es mínimo, y además está diseñado para aprovechar el efecto suelo. El chasis es obra de Dallara.
No sólo Nissan espera que el experimento salga bien. De hecho, la iniciativa partió de una serie de equipos de Formula Indy que han querido probar suerte. All-American Racers, Don Panoz Motorsport, Highcroft Racing y Michelin Tyres North America son todas compañías que participan en el proyecto. Hoy en Sebring, los dos pilotos confirmados para el Deltawing en Le Mans, Dario Franchitti y Michael Krum, darán algunas vueltas de exhibición.