Lo primero que nos ha llamado la atención ha sido la presencia en el circuito del rey de España, D. Juan Carlos de Borbón, que ha disfrutado de la carrera en compañía de por su primo Alfonso de Orleáns, dueño de la escudería Racing Engineering de GP2. Al margen de este apunte, Abu Dhabi ha servido para conocer algunos rumores y cazar algunas instantáneas curiosas, como la de Frank Williams negociando con Renault los motores para 2012, por lo que la carrera de Brasil podría ser la última de esta mítica marca con Cosworth. Y motivos no le faltan: Williams es considerada como una de las tres grandes escuderías de la F1 -junto con Ferrari y McLaren- y este año sólo contabiliza cinco puntos, por lo que sólo supera en la tabla a Lotus, HRT y Virgin -para hacernos una idea del descalabro del equipo, Toro Rosso lleva 41 puntos-.
Otro de los asuntos que se han oído en Abu Dhabi es que Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull Racing, ha confirmado que su equipo no firmará el acuerdo de restricción de presupuesto que quieren poner las escuderías sobre la mesa, por lo que el próximo año veremos más de lo mismo: Red Bull volverá a tirar de talonario para diseñar un coche ganador, así que Vettel seguirá disfrutando de la máquina más rápida de la parrilla. Algunos rumores apuntan a que el equipo austriaco se ha saltado este año el límite presupuestario, y no está muy por la labor de apretarse el cinturón.
Sobre los difusores soplados, mucho se ha hablado en Abu Dhabi sobre su legalidad, aunque en Red Bull parece no preocupar demasiado. Muchos analistas hablaban de la posibilidad de que Red Bull pierda fuerza en 2012 si terminan por prohibirse, aunque el propio Marko se ha mostrado tajante en este sentido: «Si hay que inventar otra cosa, tenemos a Adrian Newey».
La última carrera, en Brasil, servirá para conocer más datos de cara a la próxima temporada, así que os emplazamos a dentro de dos semanas para contaros todo lo que se cuece por el paddock.