Según el portal www.energias-renovables.com, el análisis comparativo se ha hecho a partir del uso en autobuses urbanos alimentados por diesel convencional considerado bajo en azufre y otros cuatros propulsados con mezclas de biodiesel -B10, B20 y B50- y biodiesel puro -B100-. Además, escogieron biocarburantes procedentes de tres materias primas diferentes: aceite de soja, aceites de cocina usados y grasas animales.
De esta forma, tras ponerlos a prueba tanto a nivel de calle como en laboratorio, recogiendo muestras de sus emisiones en diferentes circunstancias –arrancada en frío o rodando en caliente- los investigadores del Mineta Nationa Transit Research Consortium de California establecieron que las diferentes mezclas de biodiesel más el puro dieron menores niveles de partículas, carbono y azufre; mientras que con las partículas en suspensión, el análisis dio una disminución del 17% con el B20 y hasta un 98% cuando se comparaban autobuses nuevos con B20 y viejos con diesel.
Entre las causas de estas diferencias están el alto contenido de oxígeno y el mayor punto de inflamación del biodiesel.