Bentley Continental GT, pocos cambios

Pocos cambios estéticos Por fuera no se aprecian grandes cambios, aunque encontramos algunas diferencias en la parrilla y los faros delanteros, rodeados de unas coronas de diodos LED, presentes también en los pilotos. La línea de cintura es más alta, dando una imagen de más deportividad. En general el conjunto se muestra más musculoso, si […]


Bentley Continental GT 2011

Pocos cambios estéticos
Por fuera no se aprecian grandes cambios, aunque encontramos algunas diferencias en la parrilla y los faros delanteros, rodeados de unas coronas de diodos LED, presentes también en los pilotos. La línea de cintura es más alta, dando una imagen de más deportividad. En general el conjunto se muestra más musculoso, si bien el tamaño se mantiene casi sin cambios. Mide 4,80 metros de longitud (igual que el actual), 1,94 m de anchura (3 cm más) y 1,40 de altura (1 cm más).

En el interior también hay ligeros retoques: vemos un diseño ligeramente distinto en el cuadro de instrumentos y el salpicadero, el 80% de la superficie está tapizado en piel e incorpora nuevas tecnologías, como un nuevo navegador con pantalla táctil de ocho pulgadas basado en Google Maps, un disco duro de 30 Gb y un móvil que funciona mediante Bluetooth.

Más potencia
Para mover al nuevo Continental GT, Bentley utilizará el mismo motor de gasolina 6.0 W12 con doble turbo de la anterior generación, al que es capaz de estirar hasta los 575 CV, es decir, 15 más que el actual. El par también sube de 650 a 700 Nm. Este bloque es capaz de funcionar con gasolina, etanol E85 o una mezcla de ambos carburantes. Este aumento de potencia no se traduce en una mayor velocidad máxima -se mantiene en 318 km/h-, pero sí es capaz de reducir el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h de los 4,8 a los 4,6 segundos. Como es de esperar, la tracción es total y reparte el par en la proporción 40/60 (eje delantero/eje trasero), en lugar de 50/50 como el actual. La caja de cambios elegida es la automática de seis velocidades desarrollada por ZF.

Para mejorar la sensación al volante se ha revisado el control de estabilidad y se ha optado por una amortiguación adaptativa, que se adecua al estado de la carretera y a la velocidad.

Más tarde, a finales de 2011, llegará una versión de acceso con un motor V8 y una potencia sensiblemente menor, aunque Bentley aún no ha dado más datos al respecto. Lo que sí sabemos es que consumirá un 40% menos que el W12, por lo que estará en torno a los 10 l/100 km.

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