
En su versión ZL1, el Camaro sube su potencia hasta los 580 CV, con un par máximo de 753 Nm. Este motor es una modificación del propulsor 6.2 V8 de 556 CV que actualmente monta el Cadillac CTS-V, siendo realizados cambios en sus ciclos de admisión y compresión. La suspensión del Camaro, que se denomina Magna Ride, también ha sido alterada para ponerla a la altura de lo que demanda un motor tan radical, por no hablar del cárter, mucho más profundo para poder cumplir con su función incluso en plena curva rápida, a gran velocidad y con fuertes fuerzas laterales. Pero también se ha tocado el chasis, los frenos… Todo se pone a la altura del motor con el que conviven.
En el Camaro ZL1 de 2012, las llantas de 20 pulgadas se ven acompañadas por unos neumáticos Goodyear realizados a medida para este modelo. Para la caja de cambios se podrá elegir entre una secuencial de seis marchas -con los tradicionales modos de conducción normal, manual o deportivo- o una manual con el mismo número de velocidades. Ambas transmisiones ya han sido usadas en otras versiones, pero han tenido que ser adaptadas a un motor como el del ZL1. Por fuera cuenta con una serie de elementos aerodinámicos acordes con el alto rendimiento que se espera de él.
Entre otros sistemas, el Camaro ZL1 cuenta con el mismo control de tracción «Magnetic Ride Control» disponible en los Cadillac V, en su versión 3.0, la cual incluye el sistema de rendimiento en tracción (Performance Traction Management) que mejora las arrancadas del vehículo. Tiene cinco configuraciones para seco y mojado, mientras que los tres modos de la suspensión se adaptan al modo de tracción que escojamos. También incorpora un sistema de inyección de alto rendimiento, diferencial trasero con intercambiador de calor…
El ZL1 será el Camaro más potente de la historia de este superdeportivo. Pero habrá que esperar unos meses más antes de verlo rodar…
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