La ley de la oferta y la demanda. Todo lo que os vamos a contar en esta noticia se reduce a eso. Hace unos días, Ana Azofra, de Eurotax, nos explicaba que “el precio de los coches diéselusados ha subido tanto como el de los gasolina, por ejemplo. ¿Por qué? Bueno, es sencillo. En los últimos años, las ventas de coches nuevos diésel usados se han reducido muy considerablemente, en unos casos porque ya no se ofrecen y, en otros, porque los clientes de coches nuevos han optado por otro tipo de mecánicas, como gasolina o híbridas. Esto hace que, pasados tres o cuatro años, la cantidad de vehículos diésel que hay en el mercado de coches usados sea mucho más bajo y, al mismo tiempo, que la oferta sea mucho menos de la demanda que existe en el mercado de ocasión”.
Por este motivo, estamos viendo que el precio de este tipo de vehículos ha subido tanto como el de los gasolina. En estos últimos, el aumento de precio se debe a la propia burbuja que, como otros sectores, está sufriendo el mercado de los coches usados. En los diésel usados, si sólo fuese por eso, la subida del precio habría sido menor pero, dado que todavía hay muchos clientes de coches usados que siguen apostando por los diésel, la demanda es superior a la oferta. Y les damos la razón, pues según para qué tipos de utilización, el diésel sigue siendo la mejor opción, como en largos viajes por carretera.
Llegados a este punto, ¿sabemos qué puede ocurrir en los próximos meses? Según Ana Azofra, desde Eurotax creen que “el precio de los coches diésel y gasolina convencionales ya ha tocado techo, y no debería seguir subiendo. No bajará, al menos de momento, pues sigue sin haber una gran oferta de coches nuevos por la falta de producción. Los que seguirán subiendo de precio son los coches con etiqueta Eco, híbridos principalmente, mientras que sí se espera que bajen su cotización los eléctricos y los híbridos enchufables”.
La falta de producción de coches nuevos es algo que no tendrá solución a corto plazo. Como nos comentaba Juan López Frade, presidente de Suzuki Ibérica, “es probable que empiece a mejorar la situación a lo largo de 2023”, pero será un proceso más lento de lo deseable. Así que, mientras que esto siga así, el mercado de vehículos usados seguirá manteniéndose en unas cifras similares actuales, en un momento en el que se vende en torno a 2,8 coches usados por cada uno nuevo. Eso sí, también se espera que en los próximos meses pueda bajar la demanda de los clientes, en unos casos por la pérdida de poder adquisitivo por los problemas económicos actuales y, en otros, por la fata de confianza e incertidumbre del momento actual.