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Comienzan las pruebas de las carreteras del futuro

En Idaho, la compañía Solar Roadways ha propuesto probar a sustituir el asfalto por paneles fotovoltaicos: Los coches circulan por encima de ellos y, al hacerlo, estos paneles incluyen un sistema con el que captan la luz procedente de los vehículos, generando energía que se aprovecha para iluminar la vía. El dueño de Solar Roadways, […]


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En Idaho, la compañía Solar Roadways ha propuesto probar a sustituir el asfalto por paneles fotovoltaicos: Los coches circulan por encima de ellos y, al hacerlo, estos paneles incluyen un sistema con el que captan la luz procedente de los vehículos, generando energía que se aprovecha para iluminar la vía.

El dueño de Solar Roadways, Scott Brusaw, calcula que cada uno de estos paneles puede producir 7,6 kw/h al día. No obstante, aunque para dar esta cifra se han tenido en cuenta sólo cuatro horas de sol al día y 20 de oscuridad, reconoce que habrá que resolver el problema de la captación de luz en los días oscuros y con mal tiempo -lluvia, nieve…-. Eso tampoco resta para que estos paneles incorporen un sistema de calefacción que elimine las placas de hielo en los días más fríos.

Cada panel costará 8.000 – y tendrá una vida útil de 21 años. La capa superior no tiene otro cometido que ser protectora y resistir el peso de los coches; es la capa intermedia la que capte la luz del sol y se encargue de transformarla en iluminación para la vía. Una última capa es la que alberga todos los cables necesarios para que esta carretera funcione. Además, también cuenta con LEDs mediante los que emitir mensajes como los que hoy por hoy podemos encontrar en los paneles informativos de nuestras carreteras.

Mientras esto sucede en Idaho, en California un arquitecto sueco ha tenido la idea opuesta: Mans Tham pretende colocar techos solares en las carreteras, animado por los incentivos que, hasta el año 2016, el Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles va a conceder al desarrollo de la energía fotovoltaica. Con la energía producida se podrían alimentar las casas colindantes y las estaciones de recarga de coches eléctricos. Pero con la idea de Tham no sólo se conseguiría energía, sino que unas rejillas recogerían el CO2 emitido por los vehículos y lo destinarían ¡a la cría de microalgas!

Y Europa no se queda atrás: En Holanda han desarrollado una alternativa que pasa por integrar los paneles en el pavimento, en lugar de que éstos directamente lo sustituyan.  Para 2013 se quieren construir 100 metros de carretera con esta tecnología: «Esperamos generar 50 Kw/m2 al año en Holanda, cifra que sería más alta en países con más horas de sol, pero el objetivo de este piloto es demostrar la fiabilidad de la tecnología y no maximizar la producción», explica Gerritjan Valk, responsable de la empresa TNO, participante en el proyecto.

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