Cómo evitar caídas tontas

Una moto es un vehículo inestable por naturaleza. Se vale de elementos accesorios para mantener el equilibrio en parado y, por definición, aumenta su estabilidad con el aumento de velocidad. Sin embargo, lógicamente, muchos de los momentos que pasas encima de tu moto transcurren en parado (cuando te detienes por necesidades del tráfico o cuando […]


Una moto es un vehículo inestable por naturaleza. Se vale de elementos accesorios para mantener el equilibrio en parado y, por definición, aumenta su estabilidad con el aumento de velocidad. Sin embargo, lógicamente, muchos de los momentos que pasas encima de tu moto transcurren en parado (cuando te detienes por necesidades del tráfico o cuando la estacionas o la acabas de arrancar) o a muy baja velocidad, sobre todo circulando en ciudad. Y es en estos instantes cuando debes poner gran atención para no acabar con la moto por el suelo y tú normalmente de pie, con dos resultados paralelos: primero, la cara de tonto que se te queda y la sensación de que esto no te puede ocurrir a ti; y segundo, que en función del tipo de moto, las consecuencias para tu bolsillo se dejarán sentir.

En este artículo incidimos sobre una serie de aspectos que pueden reducir el riesgo de sufrir un tipo de caídas que, normalmente, no conllevan el más mínimo resultado físico para el piloto. Seguro que por tu experiencia tienes un montón más de consejos que aportar, por lo que te invitamos a compartirlos con nosotros y todos nuestros lectores aquí, incluyendo tus comentarios. ¡Muchas gracias!

Mucho cuidado con los antirrobos, sobre todo los que son una pinza sobre el disco. Es fácil olvidar que todavía están puestos con el trajín de colocarte el casco, los guantes, la mochila- o por las habituales prisas. Arrancas, insertas la primera, sueltas un poco el embrague- y la moto al suelo. Poner una pegatina en la instrumentación como recordatorio o utilizar un cable que une el antirrobo con uno de los puños son buenas soluciones.

Maniobrar con la moto en parado. Cuando, por ejemplo, debes sacar la moto del lugar donde está estacionada y no puedes hacerlo sentado sobre ella (por estar en pendiente o porque pesa demasiado), hay que tener mucho cuidado en no perder el punto de equilibrio hacia el otro lado desde donde tú te encuentres. En motos pesadas, que se inclinen pocos grados hacia el exterior significa irremisiblemente una caída lateral. Intenta siempre que esté recta o un poco inclinada hacia tu lado, con una mano en el manillar y otra en el asa del pasajero o apoyada en el asiento.

A muy baja velocidad, no es nada aconsejable girar la dirección a tope hacia ninguno de sus lados porque la moto tiende a caer hacia ese lado. Con una moto pesada o en la que no apoyes bien los pies en el suelo, es muy difícil sujetarla una vez que ha comenzado a caer.

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