Una de 2008, con 43.000 km y por la que nos piden 13.800 euros y la otra, de 2011, con 35.000 km y que cuesta 16.800 euros. Como nuestra intención es que el coche dure lo máximo posible, ¿merece la pena pagar 3.000 euros más por los tres años de diferencia y porque sea el modelo ‘nuevo’? -N. de la Redacción: en 2010, el S-Max recibió un restyling que conllevó leves retoques en su diseño exterior e interior-.
Pablo González
► Cualquiera de esas unidades resulta muy buena compra: la de 2008, porque tiene pocos kilómetros -según nuestra Guía de precios V.O., elaborada junto a la multinacional de tasación DAT, un S-Max de ese año suelen tener unos 110.000 km-… Y la de 2011 porque resulta muy barata: según esta Guía, deberían pedirte por ella en torno a 20.000e, no 16.800e. Sin embargo, si, como indicas, no tienes pensado vender tu S-Max próximamente, optaríamos por el modelo antiguo.
¿Los motivos?
1.- Que sólo tiene 8.000 km más que el de 2011. 2.- Que el restyling sólo deberías considerarlo si piensas venderlo pronto -por los modelos ‘modernos’ se puede sacar hasta un 12% más-. No te preocupes por el desgaste del vehículo durante esos tres años, porque los desperfectos en los automóviles se producen sobre todo por su uso y, en este caso, los 8.000 km de diferencia entre ambos modelos no representan, a priori, un riesgo a tener en cuenta.