El legado medioambiental del Extreme E

Pablo J. Poza
Pablo J. Poza

Toda actividad humana deja una huella en el planeta. Pero Extreme E se ha propuesto ser la primera competición del motor cuyo paso genere un impacto positivo. Una de las claves para lograrlo es el Legacy Program.


La promesa de contar con un balance neutro de emisiones de CO2 al final de la temporada, avalada por una auditoría externa, es uno de los aspectos más innovadores del Extreme E. Pero la organización del campeonato quiere ir un paso más allá y generar un impacto positivo. Para lograrlo, ha desarrollado el Legacy Program.

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La idea es brindar apoyo social y medioambiental en cada lugar donde se disputen las competiciones y promover los proyectos de investigación que se lleven a cabo en cada singladura del St. Helena, el barco que transporta todo «circo» del Extreme E y que minimiza el uso del transporte aéreo, mucho menos ecológico.

La selección de proyectos del Legacy Program en los lugares de destino está dirigida siempre por un científico local, y habrá un panel científico de la organización del Extreme E que deberá apoyar activamente los proyectos seleccionados.

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Pero quizá lo más importante de todo es que, por primera vez, el Extreme E va a mostrar el mundo del todoterreno como una actividad responsable, sostenible y comprometida con la conservación del medio ambiente, algo que no es incompatible con una competición que promete emoción a raudales mediante un formato de carreras innovador y un heterogéneo elenco de pilotos en el que hay campeones mundiales de rallies, de raids, de rallycross, de enduro…

Legacy Program: El legado de la Extreme E

Hablar de concienciar está muy bien, pero las acciones directas son lo que verdaderamente produce cambios capaces de mitigar los problemas medioambientales. Por eso el Legacy Program es una de las partes más importantes del Extreme E.

La regeneración de los manglares es una preocupación del Extreme E

Una de las primeras acciones se desarrollará en Senegal. En conjunto con la ONG local Oceanium, se plantará un millón de mangles, arbustos que viven en medios acuáticos salinos y forman los manglares, un ecosistema que desempeña un papel importante en la vida de las comunidades costeras en países como Senegal. Además de ser un excelente almacén de carbono, los manglares reducen las inundaciones y la erosión de las tormentas, actúan como criaderos de peces y filtran la sal y los contaminantes del agua. El proyecto se centrará en cinco áreas que suman 60 hectáreas de nueva plantación, y cuenta con el respaldo de la Dra. Lucy Woodall, científica oceánica especializada en analizar el impacto que los humanos tienen en el medio marino y miembro de la Fundación Nekton. Junto con ella, Extreme E también trabaja en Senegal con To.Org, ayudando a facilitar la educación a las poblaciones locales.

Otro de los proyectos medioambientales de Extreme E se desarrollará junto con The Nature Conservancy (TNC), que lleva más de 24 años trabajando en la conservación de la Amazonía. Francisco Oliveria PhD, científico amazónico brasileño, avala esta colaboración con sus más de 20 años de experiencia trabajando en temas de Amazonía para el gobierno brasileño, WWF y la Universidad de Cambridge.

La preservación de la Amazonía es otro de los campos de trabajo del Legacy Program.

Por último, Extreme E ha firmado un acuerdo de colaboración con Unicef para contribuir a la concienciación de los más jóvenes en los problemas del cambio climático a través de un programa educativo que se llevará a cabo en Groenlandia.

Groenlandia es otro de los lugares en los que el Legacy Program del Extreme E pretende dejar un impacto positivo.

Pero además de desarrollar proyectos en los lugares donde se celebran los X Prix, también el St. Helena, el barco de la organización, acogerá equipos de investigadores durante las diferentes travesías que realice. A lo largo de la temporada, el panel de científicos, formado por los dos nombres ya mencionados junto a otros dos profesores de las universidades de Oxford y Cambridge, irá evaluando y aprobando los proyectos presentados, los cuales, con el apoyo de la Fundación Enel, permitirán al Extreme E presumir no solo de su impacto neutro en cuanto a emisiones, sino de un impacto positivo en todos los lugares visitados.