
Este año la prueba ha consistido en recorrer 438 kilómetros por tierras de Madrid, Castilla y León y Cantabria en un tiempo determinado, con penalizaciones por tiempo. El esfuerzo de los participantes sirvió para demostrar que el conductor y el tipo de conducción tienen mucho que ver en el consumo de combustible y en el impacto medioambiental. Además, con el fin de acercarse lo más fielmente a un trayecto común de cualquier ciudadano, el recorrido compaginó todo tipo de vías de circulación: autovías, carreteras convencionales de un carril, paso por ciudades y poblaciones, además, de puertos de montaña. Curiosamente, sin contar estas penalizaciones el ganador hubiera sido el Citroën DS5 que llegó a bajar el consumo de carburante en más de un 37% respecto a lo especificado por el fabricante para dicho modelo.
¿Los ganadores de la prueba consumo? pues en la categoría de turismo: el modelo más eficiente fue un Hyundai i40 que logró reducir su consumo un 15% sobre el declarado por la marca en su ficha técnica -realizó el recorrido de la prueba con una media de 3,6 litros-. Con ello, además, se proclamó vencedor absoluto de la prueba. El segundo clasificado fue un Citroën DS5, que gracias a su conducción eficiente, redujo el consumo de carburante en un 14,5%. Entre los vehículos Todoterrenos/SUV, el ganador fue el Volvo XC 90, con una reducción del 12,26%. Por ello, el mayor éxito de la convocatoria fue demostrar, de nuevo, que la actitud ante el volante es el mejor apoyo para reducir el volumen de emisiones, un objetivo al que los fabricantes dedican cada vez más esfuerzo y presupuesto.
Según el director general de ALD Automotive, Pedro Malla, -lo más importante es que hemos demostrado que son muchos los organismos, marcas de coches y empresas que están dispuestas a trabajar para proteger el medio ambiente. Y buena prueba de ello es este Tour ecológico que organiza ALD, apoyado por una marca de neumáticos como Michelin y por los principales fabricantes de automóviles, además de instituciones públicas como el IDAE y, por supuesto, por los medios de comunicación». Además, el director del proyecto Bluefleet de ALD Automotive, Miguel Ángel Tejeda, destacó que -el objetivo de consumir menos combustible y conducir de forma más eficiente está en manos de todos y los resultados obtenidos en este Ecomotion Tour lo demuestran: podemos ahorrar sin dejar de disfrutar de la conducción, sólo practicando una conducción más responsable-.
Una buena idea en favor del planeta
Aprovechando esta prueba ALD Automotive ha querido dar un paso adelante en su compromiso con el medio ambiente y ha llevado a cabo una iniciativa solidaria con la Fundación + Árboles por la que todo el CO2 emitido durante el tour será compensado con la plantación de árboles en el Bosque que la Fundación tiene en la Sierra del Segura, en Albacete. Por cada uno de los coches participantes se plantará un árbol que durante sus primeros 40 años de vida absorberá 300 kg. de CO2 de la atmósfera.
Trucos que puedes usar para ahorrar en carburante cada mes…
Reducir la contaminación y el consumo de combustible del vehículo está al alcance de todos. Realizar una conducción eficiente sólo es cuestión de mentalizarse y poner en práctica una serie de sencillas técnicas y medidas que harán que los desplazamientos por carretera sean más ecológicos y económicos. Según datos del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), entidad pública que depende del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, realizando una conducción eficiente es posible ahorrar un 15% de combustible al año sin ni siquiera reducir la velocidad media.
Algo tan sencillo como circular sin apurar las marchas, con la presión de los neumáticos adecuada y respetando la velocidad máxima, ya influye en el ahorro de combustible. Por eso, en muchos casos, más que adquirir un determinado comportamiento, sólo es preciso corregir los malos hábitos que se tienen al volante. Sólo en España, según datos del IDAE, si se pusieran en práctica las buenas maneras al volante se podría ahorrar más de 2.500 millones de litros de carburante al año, lo que supone una reducción de 6,3 millones de toneladas de CO2. En términos económicos, representa un ahorro de más de 2.000 millones de euros al año, es decir, en torno a los 150 euros por conductor.
Entre algunas de las medidas más eficaces para reducir el consumo destaca conducir con marchas largas, manteniendo el motor a bajas revoluciones. En vehículos de gasolina, el cambio de marcha debe hacerse en el entorno de las 2.000 rpm, mientras que en los de gasóleo debe ser entre las 1.500 y las 2.000 rpm. Asimismo, es aconsejable mantener una velocidad constante y evitar los acelerones y los frenazos bruscos. En ambos casos, además, se estará reduciendo la contaminación acústica.
Otra técnica realizar una conducción más económica y menos contaminante es llevar el vehículo con un buen neumático. Se estima que en torno al 20% del consumo de carburante se destina a superar la resistencia a la rodadura. Por supuesto, esta cifra se incrementa si no se utilizan las gomas adecuadas, si éstas no están en buen estado o si no se llevan con la presión recomendada por el fabricante. Una presión correcta reduce el esfuerzo y el consumo, mientras que una presión inferior de sólo 0,3 bares sobre la recomendada incrementa el gasto de combustible en torno al 3% e influye en el desgaste del neumático.
Pero no sólo se trata de reducir el consumo con la conducción, hay otras muchas circunstancias que ayudan a reducir el gasto energético, por ejemplo, evitar circular con elementos exteriores que rompen la aerodinámica del vehículo como bacas o cajones portaobjetos, que aumenta la resistencia del mismo y, por tanto, se incrementa el consumo de combustible. Por ello es recomendable desinstalar dichos elementos si no se está haciendo uso de ellos.
En definitiva, eliminando los malos hábitos de conducción y adoptando una serie de medidas que no suponen grandes sacrificios no sólo se contrarresta el incremento del precio del combustible y se ahorra en gasto, sino que además se contribuye con el medioambiente y se ayuda a conseguir que los entornos urbanos sean un poco más saludables.