1.- Al comprar los faros, asegúrate de que están homologados en Europa -deben llevar impresa la letra ‘E’ dentro de una circunferencia, seguida de una numeración- y de que incluyan un certificado de homologación válido en Europa. 2.- Puedes instalarlos tú mismo, pero ojo, porque el montaje deberá respetar estas normas: A/ Los faros deben quedar a una altura máxima desde el suelo de 1.500 mm y a una mínima de 250 mm. B/ La separación mínima entre faros debe ser de 600 mm. C/ Por último, la distancia máxima de cada faro desde el lateral del vehículo debe ser de 400 mm. Además, siempre necesitarás que un taller te firme un certificado indicando que se han montado correctamente -si ellos no instalan los faros, pueden cobrarte por él unos 20e, pero es importante tenerlo para no perder la garantía del vehículo-. Por eso, lo mejor es que te los pongan en un taller especializado que te dará ese certificado -normalmente, no te cobrarán por él; la instalación de los faros te saldrá desde 40e-.
3.- Una vez tengas ambos certificados -el de los faros y el de la instalación del taller-, deberás acudir a un laboratorio de reformas -como, por ej., INTA en Madrid (telf. 915 201 200) o IDIADA en Tarragona (telf. 977 166 000)-, o a una consultora de homologaciones -FC Consultores; telf. 650 386 342- para conseguir el ‘informe de conformidad’: se trata de un certificado donde se corrobora la homologación de los faros y que su montaje es correcto… -te costará unos 200e-.
4.- Por último, tendrás que ir a la ITV para pasar una inspección ‘de reforma’ -su coste varía según CC.AA.; de media, desde 45e- para que incluyan la reforma en la ficha técnica del vehículo.
