El próximo 20 de junio tendrá lugar una nueva edición del Curso GECO para la Gestión positiva del Estrés del Conductor, materia impartida por su director, Luis Hernández, Doctor en Medicina y especialista en estrés, bajo el auspicio de la Fundación LUIKE.
El curso, que cumple ahora dos años de actividad, se dirige a todo tipo de automovilistas: Jóvenes que acaban de sacar su carné y aún se encuentran en pleno proceso de aprendizaje; pilotos de competición que desean mejorar su calidad; conductores profesionales que deben enfrentarse a un trabajo exigente y en ocasiones tedioso… y es particularmente adecuado para personas que necesitan vencer el miedo a conducir, un trastorno también conocido como amaxofobia y que, en diversos grados, llega a afectar al 30% de los conductores.
La falta de confianza en la propia habilidad para controlar el vehículo, para resolver situaciones «complicadas», para moverse en medio del tráfico (entre otros conductores no siempre amables ni comprensivos), provoca una sensación de agobio que puede disparar el nivel de estrés muy por encima de lo necesario y en ocasiones puede provocar auténtico bloqueo.
El método del Curso GECO consiste en la aplicación de sencillas y poderosas técnicas psicofisiológicas, de rápido aprendizaje, mediante las cuales es posible generar una disposición positiva que permite mejorar la concentración, estimular los reflejos y reforzar la capacidad de resolución y toma de decisiones… todo lo cual se traduce en aumento de seguridad, de eficiencia y hasta en un mayor disfrute de la conducción.
La próxima edición, limitada a sólo 6 alumnos, comienza el 20 de junio a las 18 horas en el aula LUIKE de Madrid, con un módulo presencial de dos horas y media al que seguirá un tiempo igual de formación on line. Y todo sólo por 60 € gracias al patrocinio de la Fundación LUIKE. Además, las inscripciones anteriores al 11 de junio, obtendrán un 10% de descuento extra.
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Algunos testimonios de alumnos diplomados GECO
Un conductor novel: «Superé todo el estrés a la conducción y ahora incluso me empieza a gustar coger el coche».
Un paciente de amaxofobia: «Ya no tengo miedo a conducir por carretera».
Un conductor profesional: «Empecé a sentir una gran somnolencia€ Me acordé de practicar el método para combatirla y, en muy poco tiempo, conseguí reducirla muchísimo. ¡Gracias!».
Un piloto: «Podía controlar el nivel de tensión (creo que hasta las pulsaciones) y al mismo tiempo me sentía eufórico. Y a pesar de una pequeña incidencia logré un estupendo resultado. No pude ganar esta vez pero nunca me había divertido tanto».
