Doscientos años de historia toman meta en Marrakech

Tras disputar las siete etapas, los aventureros que embarcaron en este raid de clásicos desde Linares -en sus queridos Land Rover Santana- han cubierto una gran parte del extenso territorio alauita.


La Gran Aventura ha arrancado hoy hacia Marruecos. Lo ha hecho desde el mismo corazón geográfico de la extinta fábrica de la marca en Jaén, donde ha tomado salida, previo paseo por el centro linarense. No se podría haber elegido un lugar mejor. A pie de fábrica. Por fin, todos los participantes de la edición inaugural del Santana Trophy, han pasado las verificaciones técnicas en un ambiente inmejorable.

No han desaprovechado la ocasión para mostrar algunas de sus máquinas más logradas y cuidadas, algo que nos ha entusiasmado, al poder ver que hay mucho incondicional de la marca que se queda con ganas de venir a la edición inaugural. Nuevamente, este colectivo –que se extiende también a países vecinos como Portugal, Francia o el Reino Unido, del que tenemos unos magníficos representantes-, y que cada año gana adeptos, nos demostró que el mayor legado que puede tener Linares no es industrial ni mecánico, sino humano. El conocimiento, el orgullo y la memoria.

Superadas las verificaciones administrativas, tocaba poner en marcha el
‘Santana Trophy’ por un país tan extenso como inabarcable. La puerta de entrada del continente negro: Marruecos.

Santana Trophy

Etapa uno: Algeciras – Tánger MED – Ifrane

Nuestros aventureros embarcaron a primera hora del día. Han escuchado atentos las primeras explicaciones generales sobre el funcionamiento del roadbook. Superados los controles aduaneros marroquíes han tenido su primer briefing de etapa, tras el que han emprendido el recorrido de un primer asalto de 240 km por vías rápidas.

El trayecto desde el norte, los ha dejado a pie de pista para el primer contacto ‘off
road’ por territorio alauita. Una ruta de nivel fácil que se dilata unos 40 kilómetros y que la propia organización les ha recomendado acometer tan despacio como sea posible, tan rápido como sea necesario. Empiezan a reconocerse mutuamente – los tripulantes y sus máquinas-. También empiezan a intuir las posibilidades que los Land Rover clásicos les ofrecen para afrontar los territorios libres que deberán atravesar, así como sus limitaciones.

El equipo valenciano ‘Toro Loco’, de Salvador Montesinos y José Juan Serquera, sufre la primera incidencia ha roto el embrague de su 88 E. Desplazados junto con unos de los Land Rover de la organización, han podido solventar el contratiempo en uno de los talleres locales de la población de Kenitra, al que han llegado remolcados por una grúa hermana. Aunque no han podido terminar la etapa de hoy, mañana, se reengancharán en ‘La Gran Aventura’ con la energía que les caracteriza.

El resto, satisfechos y orgullosos con el funcionamiento de sus Santana tras recorrer los 443 kilómetros de la jornada de hoy hasta Ifrane, y ya realizado el tramo de enlace hasta el alojamiento, descansan en una de las regiones más ricas y occidentalizadas del norte de Marruecos. Mañana, la dificultad aumentará.

Santana TrophyEtapa dos: Ifrane-Erfroud

Los equipos han atravesando la cadena montañosa situada entre el ‘Ziz’ y el ‘Alto Atlas’. Una sucesión de puertos de montaña que vendrían a formar parte del Atlas Medio, y que conectan el Nordeste de Marruecos con el Suroeste, hacia donde se encamina ’ La Gran Aventura’ .

Todo es diferente. El ritmo de la vida también. Con todo lo necesario al alcance los participantes han afrontado la nueva travesía de navegación fuera de pista y han atravesando los primeros paisajes desérticos doblando la distancia de la etapa anterior. Los kilómetros se suceden, la temperatura sube grados cada poco, los paisajes cambian… Los más ubicados, ya notan que los tonos de la tierra han cambiado. Se saben a las puertas del Sahara más temprano.

No falla, los kilómetros han acercado al grupo. Hoy compartirán las pequeñas anécdotas que les ha dejado la etapa. Mañana repetirán. Ya no serán anécdotas, serán historias de arena. Los equipos con los dorsales 12 y 18, el de Ros Woodham con Jimmy Hayes y el de Álvaro Gómez y Eduardo Terrón – respectivamente-, toman la cabeza de la clasificación empatados con 940 puntos. Mañana también recordarán, que esto es un raid, y que los compañeros del Santana de al lado, son rivales.

Etapa tres: Erfoud – Hassilabied

Se acercan más a ese imposible que los ha movido hasta aquí. Emular a los antiguos expedicionarios al recorrer una de las rutas a través de los muchos oasis desperdigados en la región que los cobijó anoche. Es la tarea del día.

Las mecánicas de los participantes han pisado por donde se disputaba el antiguo Dakar a su paso por el país alauita, cuando la carrera más dura del mundo recorría el continente africano. Una etapa bastante completa y que ha dado mucho de sí. Donde nuestros aventureros han penalizado en navegación al no pasar por el control secreto que había establecido la organización, a excepción del Santana de Álvaro y Eduardo, que si han completado la ruta de hoy.

Tras un fugitivo respiro en el incomparable marco del Erg Chebbi han vuelto a vestirse con sus respectivos Santanas para disputar la especial que ha patrocinado el Hotel Nasser Palace, donde se hospedan hoy. Un circuito de arena, balizado para la ocasión, emulando el estilo del Camel Trophy. Mejor o peor, y lejos del resultado final de la especial, todos los equipos excepto el Almíbar Team que no la han disputado se han manejado bien.

Tras ver la pizarra que los reoordena en la clasificación, les toca descansar. Lo saben. Es ahora o nunca. Ya no lo harán bajo los mismos cómodos términos hasta que finalice la maratón, pero eso será mañana y pasado. Incomunicados, os lo contaremos a nuestra vuelta a la civilización.

Santana Trophy

Etapas cuatro y cinco (maratón): Hassilabied – Tagounite – Foum Zguid

Preparados y bien aprovisionados, su meta en esta jornada maratoniana era alcanzar y atravesar el vasto Valle de Iriki. Sus rostros, dentro de estas fieras mecánicas con suspensión de ballesta, ya dejaban notar que iban siendo más conscientes que alcanzar el objetivo no iba a ser tan fácil como en días anteriores.

Con los 180 kilómetros de esta primera jornada, los pilotos y copilotos de los Land Rover Santana y Series finalizaron muy cansados. Montando el campamento en la zona de Tagounite. Despertar en medio de la nada desértica contando únicamente con los medios propios para afrontar la fresca mañana de Tagounite siempre es algo digno de ver. Finalmente el cansancio pudo con algunos equipos, que decidieron no afrontar la segunda parte, de menor recorrido pero más duro.

Ante los equipos se abre un parque nacional que ocupa una superficie de 123.000 hectáreas, hace frontera con Argelia, es una zona muy árida, que linda con el Sáhara todavía más al sur. Allí, abundan los espacios protegidos que suponen un seis por ciento de la superficie total del país. Les llegó la hora, es todo navegación. Las pistas pedregosas han jugado un papel fundamental hoy, pero también los abundantes pasos arenosos, que lejos de ser pequeños, serpentean durante kilómetros entre las dunas.

Etapa seis: Foum Zguid – Ouarzazate

La vuelta a la civilización. ’ La Gran Aventura’ entra en su recta final. Con los cuerpos resentidos, los viajeros emprenden el camino a Zagora, que servirán de enlace hasta el término de este raid de clásicos Land Rover en la ciudad roja de Marrakech. Ya en los talleres de Zagora -de Mohammed ‘El Gordito’-, han chequeado, puesto a punto, soplado el polvo y arena y pese a ciertos arreglos nimios, os aseguráramos que las mecánicas van mejor que los cuerpos -incluidos los de la organización-. Tampoco importa. Les toca conocer el lado más gratificante y tranquilo de lo que resta de ‘La Gran Aventura’.

La vuelta tendrá que hacerse con mucha calma. Es el momento para disfrutar de los paisajes que nos ofrecen las carreteras marroquíes y hacer algún alto en el camino, a su paso por sitios tan distintos como el valle del Draá. Un mar de palmeras que se extiende hasta el interminable y peligroso puerto del Tichka, o Ait-Benadou, la ruta de las Casbas, en la jornada de mañana. Actividades que han acometido en una ruta libres y que ellos mismos os mostraran a su vuelta.

Con ambiente más distendido, las pequeñas batallas que atesoran de las jornadas anteriores son las protagonistas indiscutibles. Están a un día de tomar meta en Marrakech.

Santana Trophy

Etapa siete: Ouarzazate – Marrakech

Última jornada de trayecto. No sin incidencias. Los Santana por fin han llegado a Marrakech, una de las cuatro ciudades más importantes y más turísticas del país, y con tiempo para disfrutarla. Dividida, el centro con la gran Medina, -la ciudad vieja-, rodeada de espectaculares construcciones realizadas con tierra roja, y la ciudad nueva, construida en la época colonial, en continua expansión.

Emplazados en uno de los bonitos jardines del hotel, tanto la organización como los participantes han puesto el punto final a esta semana de aventura llena de kilómetros y anécdotas. Forman parte ya, de la extensa y diversa familia que ’ La Gran Aventura’ construirá en torno a estos clásicos en las venideras ediciones.

Santana Trophy

Tras la cena, tomaba forma la sencilla ceremonia –lejos de la pompa que acostumbran estos actos- de clausura del raid. Les llegó la hora del reconocimiento en la entrega de trofeos. Y que mejor trofeo o reconocimiento al esfuerzo que algo que les recuerde lo duro que ha sido llegar hasta aquí en sus respectivas máquinas. Expectantes, aguardaron la concesión de las distintas ballestas meritorias. Que se llevan: Álvaro y Eduardo por la navegación. Ros y Jimmy por tener el Santana mejor conservado y restaurado. José Antonio y Alejandro, al del mayor espíritu de equipo.

La vuelta a casa desde Marrakech será libre, con billete abierto en el puerto de Tánger Med. El largo camino a casa lo harán bajo sus propios términos. Otra aventura que os contarán ellos mismos.

Mientras tanto, La Gran Aventura continuará en 2016.

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