La Copa FIA de Energías Alternativas ha contado este año con veinticinco participantes en el Rallye Vasco Navarro. La salida se dio el pasado viernes a las cinco de la tarde, momento en el que se pusieron en marcha diversas unidades de Fiat, Alfa Romeo, Toyota, Opel, Renault, Ford, Seat, Audi, Mitsubishi, Tazzari, Think City y Peugeot. Casi cualquier forma de alimentación vale para participar en estos eventos: Híbridos, eléctricos, gas natural, GLP… Cualquiera tiene la oportunidad de demostrar que la energía que utiliza es la más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. La prueba española se componía de dos etapas con salida y llegada en Vitoria, divididas en cuatro tramos la primera y seis la segunda.
En total, 582 kilómetros en los que ir pendiente del consumo. Porque el consumo determina el ganador del rallye, sea en litros o en kilowatios. Para cada tramo, en función de sus características, la organización marca una velocidad media nunca superior a 50 km/h, a la que los participantes tienen que aproximarse. Es decir, el vencedor es aquel que consuma menos a una velocidad más próxima a la marcada como objetivo. Esto se calcula sumando un baremo de puntos de penalización por regularidad a otro sistema con el que se obtienen los puntos de penalización por consumo que corresponden a cada participante. Por tanto, es vital la destreza a la hora de ejecutar movimientos suaves de pies para acelerar y frenar, de forma que ninguna cifra se dispare. Aunque la prueba de regularidad fue eliminada el sábado para los eléctricos, por miedo a que no llegaran al tramo disputado en el Circuito de Navarra...
Para Antonio Zanini, la experiencia ha sido interesante, pero considera que lo importante es participar «y aprender algo más de este tipo de coches». El stand que montó Michelin en la Plaza de los Fueros (Vitoria) no solo sirvió para promocionar la marca entre los espectadores, sino que allí los propios pilotos recibieron recomendaciones técnicas de cara a la prueba.