
De esos 348 millones, 300 millones se invertirían en actualizar tecnológicamente el 95 % de los 795.000 puntos de luz existentes en España. El otro 5 % -48 millones de euros- se destinaríua a sustituir los otros 61.000 puntos por tecnología LED.
También se alerta del peligro de una práctica cada vez más habitual por parte de las administraciones: La de cortar la luz en algunos tramos con el simple objetivo de ahorrar costes de energía. Incluso desde ANFALUM preferirían que, al menos, se contara para realizar los cortes con las recomendaciones de expertos en seguridad y con criterios profesionales. No hay que olvidar que gran parte de los accidentes se producen de noche o al atardecer, registrándose el 17 % de los accidentes mortales de tráfico y un 20 % del total de accidentes en vías sin iluminar, durante horas nocturnas.
Además, según el director general de ANFALUM, Alfredo Berges, las sustituciones propuestas permitirían ahorrar aún más que realizando cortes de energía en las carreteras. La mejora de la iluminación «se amortizaría en tres años y medio, y permitiría un ahorro energético de 665 GWh al año y alrededor de 400.000 toneladas menos de CO2«.
Al margen de los problemas de iluminación, el estudio señala que haría falta una inversión de 3.800 millones de euros en conservación del asfalto, señalización y barreras. En abril, la AEC ya estimó en 5.483 millones de euros la inversión requerida para que las carreteras volvieran a un buen estado de conservación«.