
Según publica la web Automotive News, ejecutivos como Stefan Mecha, director de VW para el Medio Oriente, considera que el mercado iraquí tiene «gran potencial». Larry Prein, su homólogo de Ford, cree que Iraq es «muy prometedor». Tan es así que el distribuidor de Ford en Iraq, Niva Car Ltd., piensa invertir 200 millones de dólares en los próximos tres años para abrir más concesionarios que puedan cubrir la demanda. «Creemos en nuestro mercado. Por eso nos estamos expandiendo», dijo su máximo responsable, Mohammad Fuad Alanaswah.
El caso de General Motors es algo distinto: La multinacional ya lleva en Iraq desde la invasión en 2003, porque vendía sus vehículos a las fuerzas estadounidenses y a las organizaciones de ayuda humanitaria. Aún así, experimentaron un crecimiento del 68 % en 2011, con lo que Iraq se convirtió en su segundo mercado más importante en Oriente Medio después de Arabia Saudí.
Durante el régimen de Sadam Hussein, las sanciones impedían que los coches occidentales se asentaran en el mercado iraquí. Ahora llegan incluso modelos estadounidenses como el Dodge Charger, al que la población ha rebautizado como «Obama». Se espera que sea el país que más crezca de Oriente Medio en 2012 -por encima del 10 %-, pero todavía tiene un largo recorrido por delante: Según el Banco Mundial, aún sufre un 40 % de paro.
Fuente: Automotive News Europe.