Dicha cifra está lejos de los 16,8 millones de unidades que se vendieron en Europa en 2007, considerado el último año antes del estallido de la crisis, y representa un millón menos de unidades que las que se espera haber vendido al terminar 2012. De hecho, en Alix Partners calculan que el mercado no superará los 16 millones de unidades hasta el 2020. La crisis del euro seguirá golpeando, y las altas tasas de desempleo en Europa disminuirán cada vez más la confianza de los posibles compradores.
Así, España no está sola en el hundimiento de las ventas de coches nuevos: Si en nuestro país bajaron un 17 % en julio, en Italia la caída fue del 21 % y en Francia, del 7 %. Incluso en Alemania ha saltado la voz de alarma, con un descenso del 5 % en el pasado mes -allí, Mercedes pierde 14,6 %, BMW un 17,9 % y Volkswagen un 1,5 %-. De ahí que los fabricantes excesivamente dependientes del mercado europeo sean los que más están sufriendo, como ilustran los 819 millones de euros perdidos por PSA en la primera mitad de 2012 y los despidos que ha llevado a cabo.
Pero algunos son aún más pesimistas: LMC Automotive, otra empresa de analistas, vaticina que en 2014 sólo se venderán 11 millones de coches, es decir, una caída del 34,6 %.