Alonso se «divierte» e ilusiona en Indianápolis

El 3 de mayo, la trayectoria profesional de Fernando Alonso se amplió significativamente. Quedará para el recuerdo como el día en el cual se puso por vez primera, de forma oficial, a los mandos de un coche de IndyCar en el mítico Indianápolis Motor Speedway, completando 110 vueltas del denominado «Indianapolis 500 Rookie Orientation Program». O sea, una jornada de pruebas a las cuales tienen acceso los debutantes para completar su entrenamiento tras el simulador.
Los resultados fueron más que satisfactorios, y el asturiano ya ilusiona a sus fans€ y a los propios responsables de Andretti Autosport. El equipo para el cual disputará la cerrera el próximo 28 de mayo se muestra ilusionado, «aunque aún tiene mucho que aprender», precisa Michael Andretti. Hablamos de otro mundo, otro tipo de competición con sus propias técnicas y estrategias, pero Alonso «es uno de los mejores pilotos del mundo y hemos podido ver por qué», añade el director ejecutivo de Andretti Autosport.
Atención: subviraje
La jornada de pruebas despertó mucha expectación, y también tuvo unos cuantos ingredientes interesantes, como un tiempo muy nublado que, al final del día, se convirtió en precipitaciones. Fernando completó 110 vueltas al óvalo de 4.023 km. Lo hacía solo un día después de prepararse en un simulador de carreras. En la pista «real», el corredor aseguró que su confianza crecía con cada vuelta. Marcó una velocidad máxima de 222,548 millas por hora. Atentos a este dato, porque ¡son 358,156 kilómetros por hora!
Cuando solo había rodado 51 vueltas con su McLaren-Honda-Andretti número 29, comentó que «ha sido divertido», demostrando la gran implicación que está poniendo en esta carrera. Pero esta jornada fue importante para detectar defectos. En este caso, Andretti analizó su conducción al milímetro, y notó tendencia al subviraje: recordamos que esto sucede cuando el monoplaza (o cualquier automóvil) entra en una curva a una velocidad excesiva, provocando cierta pérdida de adherencia y control en los neumáticos delanteros. El coche, en resumidas cuentas, tiende a «irse recto».
El monoplaza pintado con un llamativo (y nostálgico) color naranja sigue su puesta a punto con los próximos entrenamientos del 15 de mayo. Mientras, aficionados y periodistas parece que están de acuerdo con la decisión del asturiano, al querer disputar una prueba tan mítica como las 500 Millas, a la vista de las magníficas sensaciones dejadas el 3 de mayo. Seguiremos informando.